Unos datos actuales de Castilla y León:
La Comunidad de Castilla y León registra 44 instalaciones en obras con una potencia total de 1.415 megavatios. La provincia burgalesa encabeza el ranking regional con 402,10 MW (12 parques), por delante de Soria (360,94 MW y 10 parques), Palencia (302,225 MW y 11 parques) y León (179,4 MW y 5 parques). Por detrás están Valladolid (61,88 MW y 2 parques), Salamanca (50 MW y 1 parque), Ávila (38,6 MW y 2 parques) y Zamora (20 MW y 1 parque).
Por su parte, casi un centenar de instalaciones –en concreto 96- cuentan ya con autorización administrativa lo que supone 1.870 megavatios más que tienen previsto su montaje. En este sentido, Burgos prevé desarrollar 398,49 MW repartidos en 17 parques, seguido de León (339,32 MW y 15 parques), Soria (314,42 MW y 15 parques), Valladolid (259,50 MW y 10 parques), Zamora (193,32 MW y 12 parques), Palencia (163,35 MW y 19 parques), Ávila (89,95 MW y 4 parques), Salamanca (86,2 MW y 3 parques) y cierra la lista Segovia con un parque de 26 megavatios.
Como balance de estos datos, los 3.365 MW en funcionamiento, junto a los 1.415 MW en construcción y los 1.870 MW con autorización administrativa (sin empezar construcción) sitúan a Castilla y León a corto-medio plazo con una potencia total de 6.651 MW eólicos. Por el momento, con los megavatios en marcha actualmente (3.365 MW), la Comunidad se encuentra en segunda posición en el escalafón eólico español por delante de Galicia (3.145 MW) y tan sólo por detrás de Castilla-La Mancha (3.415,61 MW). Por eso, APECYL mantiene su apuesta por liderar la eólica nacional a corto-medio plazo.
La evolución de la potencia eólica en Castilla y León ha sido muy significativa en los últimos diez años ya que de los primeros 13 megavatios registrados en 1998 se ha llegado hasta los 3.365 MW que están en funcionamiento. Esta potencia total ha supuesto la inversión de más de 4.000 millones de euros, la creación de unos 4.000 empleos, la reducción anual de 7,5 millones de toneladas de emisiones contaminantes y puede abastecer el consumo doméstico de energía eléctrica de más de un millón de hogares.