Fallece tras recibir accidentalmente un disparo mientras recogía setas en Casavieja (Ávila)
Desgraciadamente este suceso no es el primero ni será el último con las mismas características que se produzca en nuestro país, de hecho casi todos los años se produce la muerte de algún setero disparado por un cazador, pero generalmente no salta a los medios de comunicación estatales como ha sucedido esta vez.
El hecho de que ambas aficiones compartan el mismo entorno en las mismas fechas es el detonante de que en muchos casos haya cazadores que detesten a los seteros y viceversa, y que exista cierta rivalidad entre ambas aficiones. Como siempre ni todos los cazadores son asesinos indiscriminados ni todos los seteros son hermanitas de caridad con cestas a lo caperucita por el bosque.
Varios son los erróneos motivos que llevan a que estos terribles sucesos se produzcan:
Por parte de los seteros:
- Pensar que el campo es de todos y que uno puede recolectar setas en cualquier sitio y cualquier día del año.
- Recolectar setas, a sabiendas, en fincas privadas.
- No respetar los carteles de montería cuando estos están perfectamente colocados pensando que todo el mundo tiene derecho a estar en el campo cualquier día.
- En menor medida:
* No informarse lo más mínimo antes de ir a un lugar de si se va a realizar alguna montería en las inmediaciones.
* Vestir con ropa poco llamativa o directamente de camuflaje.
Por parte de los cazadores:
- No señalizar la montería convenientemente en tiempo y forma, de manera que pueda haber gente dentro del monte antes de la llegada de los cazadores.
- Dar por sentado que una vez comenzada la montería no va a haber nadie ajeno a ella dentro del monte, aunque legalmente no deba haber nadie.
- Disparar sin asegurar la pieza.
- No respetar las zonas de exclusión junto a vías públicas, enclavados, etc.
- Beber alcohol, aunque sea lo mínimo, antes de la montería.
- En menor medida:
* Dar por sentado que tal monte no da setas o que a partir de ciertas fechas ya no va a haber seteros en ellas. Hay mucho micólogo científico que busca setas no comestibles fuera de fechas "ordinarias".
En definitiva, mientras ambos sectores no comprendan que ambas actividades son legales y que al compartir territorio lo mejor es obrar pensando en los demás en todo momento, pues malas cartas, porque si bien es cierto que el que pierde la vida será el setero, matar a una persona, si uno es una persona normal, debe joderte el resto de tu vida.
Muchos cazadores aún no comprenden que la caza ya no es la actividad reina y única de los montes y que hay mucha gente pululando por ellos, y muchos seteros siguen pensando que el monte es de todos y que pueden campar a sus anchas por ellos en todo momento; por tanto, todo lo que sea ir metiéndoles en su cabezota que ambas cosas son erróneas, será ir disminuyendo las posibilidades de que estas situaciones sigan produciéndose.
Un saludo