La verdad es que no tengo fotos de la instalación. Al subir yo solo todo el peso, incluído taladro grande con dos baterias voluminosas, agua, la varilla, que pesaba, economicé todo el peso que pude.
Utilicé una varilla de acero de unos 2.1 m taladrada a una roca de 0.9 m. en la zona E de la hoya, ya próxima a la pendiente. Sujeta con 4 vientos de acero a dos alturas amarrados con tornillos expansivos. Pocos dias despues de registrar la mínima, nevó a partir del 27 y la presión de la nieve de esta ladera partió el tornillo más expuesto dejando la varilla en forma de 4 y enterrándola el 6 de marzo.
El microlite era el que se llenó de agua al año siguiente, utilizado anteriormente en la Hoya de la Solana. La garita, una Davis redonda con 6 platos (uno mas que el de la VP2, 2 sin horadar arriba, como el modelo 6830, comprado por platos sueltos.)
Cuando la recogí en junio si tomé algunas fotos, con un laguete en el centro de la depresión, y la garita con la L doblada y el plato superior un poco rajado, pero con el interior intacto. En todo caso las tengo en la Península. Mi recuerdo es el acojono para descender a la hoya zigzagueando y con nieve muy blanda. Cuando descargué los datos a un ordenador pequeñito, al estar tan cegado por la nieve, me pareció ver un -33º, pero por más que miraba no lo podía asegurar pues los números son pequeños y yo mayor. Tras bajar al refugio de Estós comprobé que eran ciertos. Eso si, tanto en la subida como la bajada pasé mucho miedo pues los 5-6 corredores muy empinados que bajan de la montaña, formados en las inundaciones del valle de Benasque estaban llenos de nieve prensada hecha casi hielo, con botas desgastadas y sin crampones, y pensaba: " mira que si he batido el record y me caigo, aquí nadie se entera" . Todo ello recordando la caida que tuve en Picos tratando de recuperar el registrador del Jou Santo, en la que salvé la vida de milagro. Desde entonces crampones por siaca. Enfin, aventuras. Despues otra vez la marmota que me comió el chubasquero...