Hola, el pasado día 6, tras las primeras apariciones de estratos-nieblas en el valle del Ebro, amanecimos bien cubiertos por bruma, en un principio me cuestioné ascender a alguna montaña de alrededor para observar el mar de nubes pero desconocía hasta donde podría llegar el nivel de inversión y aguardé. A media mañana un claro sobre el Sistema Ibérico Norte anunciaba que ya levantaría, y salí a disfrutar de la meteo la cual no defraudó.
Levantamiento de los stratus y aparición de los primeros cirrus.
Al NW se cocía el guiso.
La carrera aguas arriba se aceleraba, la advección llegaba a sus máximos..
La banda de cirrus anterior proveía de soporte para uno de lo mas curiosos meteoros ópticos.
El parhelio.
A la vez afloraba una banda de vertebratus y cercana otra en estado de mas madurez, donde sus vértebras tomaban carácter estratiforme.
Su dimensión bastante amplia no cabe en una sola foto, al E, el otro extremo.
Momentos después ya la tenía encima, su curvatura indica claramente de donde viene el mal timepo, o bueno
No solo el festival estaba arriba, en superficie, la alta humedad de la noche dejaba su rastro,
escondido entre colores de otoño.
Cuando la banda ya ha rebasado mi posición, aparece un segundo parhelio, este mas difuso. Si os fijáis bien está en la tangencial con el halo, como ha comentado rayo en el otro reportaje.
Parece que hay un pintor pasándoselo en grande.
Los estratos han desaparecido pero queda smog, ya se puede ver la Sierra de Cantabria desde el Ibérico.
El guardián del sol se resiste y cambia de un costillar a otro. El halo continúa.
Efectos de la ya entrada estación otoñal.
Con la mejora de la humedad en el terreno, unos ganan la vida pero otros la pierden.
Y cuando el parhelio W desaparece y dice adiós, uno nuevo sale a seguir vigilante, bastante alargado.
Saludos otoñales y media península en alerta