El CO2, en sí, no es el respondable de ese cambio circulatorio, sino el hecho de que haya variado rápidamente (tanto si incrementa como si disminuye bruscamente), igual que hubiera ocurrido si hubiera cambiado bruscamente otra variable climática, como el albedo, etc.
En resumen: No hace falta ser un genio para deducir que cualquier perturbación al clima provocará un incremento de las oscilaciones entre corrientes. Una vez cese la perturbación o se estabilice (no cambie más) el lima tenderá a alcanzar el nuevo estado de equilibrio, con oscilaciones de menor amplitud
Pues según lo que dices, las variaciones del albedo terrestre, que varían continua y rápidamente, deberían "extremizar" el clima en mucha mayor medida que las variaciones de la concentración de CO2 o las
variaciones de la intensidad solar.
El incremento de los gases invernadero desde 1.750 suponen un incremento de radiación en superficie de 2,4 W/m
2. Esto representa un equivalente en la disminución del albedo terrestre del 0,7% (albedo: el porcentaje de energía solar que se refleja y pierde en el espacio).
Pues bien, el llamado "oscurecimiento global" ocurrido, según las mediciones terrestres, entre 1950 y 1990, equivale a un aumento del albedo del 2% (es decir, nada menos que 6,8 W/m
2).
Por otra parte, las mediciones del cambio del albedo terrestre, medido a partir del estudio del brillo de la parte oscura de la Luna (que procede de la luz reflejada por la Tierra) entre el 2000 y el 2004 señala un aumento del albedo del 1,6% (5,5 W/m
2). Y el medido por satélites da una disminución del 0,6 % (2 W/m
2).
Evidentemente estas cifras de cambio son muchísimo mayores que la perturbación ( o forzamiento radiativo) introducida por las variaciones de la intensidad solar, o las millonésimas de aumento del CO2 en esos períodos.
(Estas cifras se dan en Science en un artículo en el que se dice, como lo dice Aegis en su firma, que el albedo es un gran ignorado)
Charlson R. et al., 2005, In search of balance, Science, 308, 806-807