Todo país tiene su Servicio Meteorológico, amén de que es necesario (por el mero hecho de que involucra la seguridad de personas y bienes). Aunque bueno, puestos a prescindir, podemos prescindir del Estado también.
El problema que veo yo es otro: una ley de Agencias que, como excusa para la mejora del servicio público, ha valido, entre otras cosas, para la proliferación de innumerables altos cargos y colocar a no menos amiguetes.
Ahí lo dejo.