Sobre el pico del Nevero, metiéndome en lo que lo me llaman, y sin tener ni repajolera idea, ¿no podría ser porque en sus inmediaciones se ubicara un pozo de nieve para abastecer a las localidades más cercanas hasta épocas relativamente recientes?
saludos.
Que yo sepa no hay ningún pozo de Nieve por allí. De donde se ha dicho siempre que se recogía la nieve para Madrid es del Ventisquero de la Condesa, situado en la vertiente sur de la cuerda larga, y lugar de nacimiento del rio Manzanares que pasa luego por Madrid.
Intentando confirmar lo anterior me he encontrado este artículo que me ha parecido muy interesante está en
http://www.sierraguadarramamanzanares.orgAdemás de la clásica explotación de los recursos madereros en la comarca, los pastos y el agua, habitantes de Manzanares El Real y Navacerrada aprovechaban la nieve y el hielo que se acumulaba en los ventisqueros. Es a principios del siglo XVII cuando la nevería aparece como un comercio próspero para los pueblos de la comarca. La ciudad de Madrid demandaba refrigerios y hielo para la conservación de alimentos, lo que permitió que se explotasen algunos ventisqueros, como el de la Condesa, del Ratón y de la Estrada, naciendo un nuevo oficio, el de los “neveros”, que se mantuvo durante tres siglos.
El primer “nevero” de la región parece que fue Pablo Xarquies, habitante de Guadarrama, quien hizo de su trabajo una auténtica industria. Gracias a un privilegio del rey Felipe III, se le otorgaron los derechos de explotación y venta de nieve acumulada en los ventisqueros de la Sierra, lo que supo aprovechar creando la Casa Arbitrio de la Nieve y Hielos (1608-1863), situada en la calle Alta de Fuencarral, de Madrid, donde se almacenaban, en cinco grandes pozos, la nieve y hielo que llegaban desde Guadarrama.
Aunque inicialmente se comenzó explotando el Ventisquero del Ratón, en el hueco de San Blas (Soto del Real), la escasez en ocasiones y la demanda en otras hizo que con el tiempo se utilizaran otros con el del Algodón, el de la Estrada y el de las Guarramillas (conocido como el de la Condesa, en referencia a Doña Francisca de Silva y Mendoza, Marquesa de Santillana y Condesa del Real de Manzanares). Esta industria requirió la construcción de nuevos caminos de herradura que facilitasen el acceso a los ventisqueros, pero también se benefició de la construcción del camino que unía, a través del Puerto de Navacerrada, a Villalba con el Palacio de la Granja, ya que facilitaba el acceso a alguno de los neveros, además del transporte a Madrid y los Reales Sitios.
El trabajo de la nieve y el hielo se iniciaba en los meses de abril y mayo con el cubrimiento de los neveros con paja para evitar el sol y el viento. Pero era durante el verano cuando muchos trabajadores dejaban sus habituales labores para convertirse en “neveros”, subiendo con sus mulas al atardecer para recoger la nieve directamente de los ventisqueros, donde antes del amanecer iniciaban su camino a Madrid en carros cubiertos con pieles para evitar que el hielo se derritiera. El duro recorrido podía durar dos jornadas y media hasta llegar a la capital donde se descargaba y se vendía en bloques para los cafés y el abastecimiento de refrescos, helados y limonadas.
Este negocio de la nevería en la comarca tuvo lugar hasta finales del siglo XIX, momento en que desapareció la compañía, ante la gran competencia que supuso la explotación de este negocio en el Valle Alto del Lozoya, ya que allí lograron obtener, aprovechando el agua del Lozoya, muchas más cantidades de hielo.