Hace 34 años no discutiríamos porqué se ve claro que fue una ola de frío en Girona. -1ºC de máxima, a 1º del récord de máxima más baja, 10 de febrero de 1956, -2º, y 2a mínima más baja, -14º, por detrás de los -14,5º del día siguiente, -14,5º del 16 de enero de 1985. -7,5º de media, cuando la media es de 7,2º, 14,7º de anomalía, esto si que no es una de frío normal, esto es una de ola de frío de Champions con goleada por 10-0. Claro es el día más frío en temperatura media en Girona desde que hay datos instrumentales, 1884. Yo creo que las olas de frío aparte de observarse en el instante que se dan, se pueden ver al pasar un tiempo y compararlas con otras.
Y no todas las olas de fríos producen los mismos efectos ni en los mismos lugares, hay olas de frío secas y con viento en que las máximas son muy bajas y las mínimas que no lo son porqué el viento lo impiden, en algunos días de febrero de 2012, las olas de frío por niebla, con máximas y mínimas muy bajas en la Depresión del Ebro, el diciembre de 2001, con medias de -6º en Lleida y mes récord en media, 0ºC, el mes más frío de la serie histórica.
Olas de frío de irradiación que afectan las hondonadas, con anticiclón, como los días anteriores al episodio frío y ventoso que hemos tenido. Olas de frío húmedas con mucha nieve y máximas muy bajas, pero mínimas no muy bajas como a finales de febrero del año pasado.
Olas de frío advectivas con récords en todos los sitios como la del febrero de 1956. Y olas de frío con todo, nieve, máximas y mínimas bajas, pero que quizás en algunos sitios no dan mínimas exageradamente bajas, como la del diciembre de 1962. El día 27 tuvimos -6,5º de mínima en Girona pero en cambio -16,6º en Llinars del Vallès, cuando las temperaturas medias de las mínimas de los dos observatorios son muy similares. El viento, la nubosidad y la presencia de nieve el suelo aparte de los diferentes microclimas condicionan y mucho la severidad de la ola de frío de cada lugar.