En el caso del Observatorio del INM en Cáceres, su actual ubicación deja mucho que desear. Básicamente por 3 motivos.
Primero, por su altitud. Se encuentra a una altitud de 405 m cuando la mayor parte de la zona urbana consolidada se encuentra por encima de los 450 m y según las zonas nos encontramos en el centro a 473 m y en zonas residenciales de las afueras por encima ya de los 500 m.
Segundo, por la influencia que ejerce la ciudad en las temperaturas. Me explico, los antecedentes históricos del INM en Cáceres se remontan a 1907 y desde esa fecha hasta 1982 el Observatorio INM estuvo en pleno centro de la ciudad.
Pero, a partir de 1983 se inauguró el actual Observatorio del INM entonces a las afueras de Cáceres. Hoy, después de 23 años está rodeado de edificaciones de todo tipo: un Campus Universitario con sus edificaciones y dependencias y unos 15.000 estudiantes, urbanizaciones de más de 500 viviendas, la Prisión Provincial, el Laboratorio Agrario de Extremadura, Depuradoras del Canal de Isabel II, Instituto Geológico, y la Comandancia de la Guardia Civil. A los que en poco tiempo se unirán un nuevo Hospital Central de Cáceres y el nuevo Centro de Cirugía de Mínima Invasión.
Por tanto, lo que en 1983 eran las afueras, hoy en día es parte integrada ya de la ciudad y zona muy transitada al haber la Carretera de Madrid, la Ronda de Circunvalación Norte y la futura Autovía Cáceres-Trujillo. Por tanto, los efectos de la "isla de calor" son ya un hecho manifiesto.
Tercero, por su emplazamiento. El Observatorio del INM se encuentra a pie de monte de una sierra (la Montaña de Cáceres) y resguardado de la influencia de los vientos de componente W./SW. que aquí son los vientos dominantes.
En definitiva, se escogió en su tiempo por motivos economicistas (la Diputación cedió los terrenos a la Administración competente de la época) y no se tuvo en cuenta los factores como el emplazamiento (altitud, incidencias geográficas y el propio crecimiento urbano) que genera la "isla de calor".