fuente piedra lista para anillar los flamencos

Fuente de Piedra, lista para anillar flamencos




Laguna. La consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, visitó ayer Fuente de Piedra. [g. torres]
 

Este año han nacido 3.668 crías en la reserva natural

El sábado se colocarán anillas a 600 pollos nacidos en la laguna


Virginia Guzmán. Fuente de Piedra


Fuente de Piedra ha iniciado ya la cuenta atrás para el gran día. El sábado, la laguna será testigo un año más del anillamiento de flamencos, un proceso de identificación que este año se centrará en 600 de los 3.668 pollos nacidos de las 14.000 parejas que han anidado en el humedal.

Para que nada falle en tan esperado acontecimiento, veinte voluntarios están trabajando en la laguna desde el pasado día 3. Seleccionados por la Junta para formar parte de uno de los proyectos de voluntariado que se desarrollan en la comunidad y procedentes de Málaga, Granada, Huelva, Jaén o Madrid, los jóvenes -quince chicas y cinco chicos- se afanan en tener listo todo el material: alicates, anillas, mochilas e incluso el cerco en el que permanecerán las crías mientras son identificadas. Casi todos son universitarios y algunos incluso repiten experiencia en la laguna. Con experiencia previa o sin ella, todos se han metido de lleno en este ambicioso proyecto y esperan el sábado con cierto sabor agridulce. “Estamos deseando que llegue el anillamiento, pero al mismo tiempo nos entristece porque será el último día que estemos aquí”, aseguraban ayer. El nerviosismo también forma parte de su ánimo porque los monitores les han explicado que este año los pollos están “más difíciles” y su anillamiento puede resultar más complicado.

Lo cierto es que este año las crías anilladas serán menos que el pasado año, ya que los nacimientos han sido menos numerosos -el año pasado nacieron 10.656 y se anillaron 800- debido al menor nivel de agua de la laguna, que está 30 milímetros por debajo de la media habitual, según explicó el director conservador del humedal, Manuel Rendón. “Las lluvias de este año han sido más irregulares y por ello la laguna tiene menos agua ahora”, indicó.

Rendón acompañó ayer en el centro de visitantes de la laguna a la consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, al director general de Educación Ambiental, Ángel Ramírez, al delegado provincial Ignacio Trillo y al alcalde de Fuente de Piedra, Cristóbal Fernández, en la presentación del anillamiento -que comenzará a las 6.30 horas del sábado- y de los ocho campos de voluntariado ambiental que se realizarán en Andalucía.

Ajenos a todo revuelo, los flamencos y sus crías permanecen tranquilos en la laguna. El sábado será su gran día. Mónica, Joaquín, Yohanna y María Luisa serán algunos de los voluntarios que trabajarán pacientemente durante horas en su identificación. A ellos les acompañarán otros 300 personas procedentes de la Universidad de Málaga, de una estación biológica de Francia y de Doñana, entre otros lugares. Un día antes, el Ayuntamiento de Fuente de Piedra obsequiará a todos los asistentes y a los vecinos de la comarca con una gran verbena popular. Si todo sale bien, 600 crías de flamencos se unirán a las 11.782 anilladas desde 1984. Otro hito más en la historia de la laguna, que el próximo año celebrará el vigésimo aniversario de su declaración como paraje natural.
 

El año no ha sido malo en lluvias, pero la recta final de la primavera ha sido seca y muy calurosa, esto ha hecho mella en la cantidad de agua de la laguna... en fin, no todos los años son iguales.
Un saludo.
 

Eso de ir a anillar flamencos es un chollo, tengo varios amigos que fueron y dicen que estaban todo el día tumbados a la bartola y con piscinita y todo. Claro k tambien hay que ir con cierta disposición a colaborar.

El anillamiento se produjo ayer sábado...
Saludos.
 

SU color es grisáceo, pesan poco más de dos kilos y medio y aún les cuesta mantenerse en pie. Son los poco más de 3.600 flamencos que este año han nacido en la Laguna de Fuente de Piedra, donde un año más se ha vuelto a vivir uno de los acontecimientos medioambientales más importantes de Europa: el anillamiento de los pollos.

Pese a que se les denomina flamenco común, lo cierto es que hacen poco honor al adjetivo cuando se descubre que en no muchos meses serán capaces de recorrer hasta 1.000 kilómetros en una sola noche o 200 kilómetros sólo para buscar comida.

De momento, apenas pueden levantar levemente el vuelo, mientras sus patas chapotean en el fango de la laguna salinizada. Allí, cerca de 350 voluntarios ambientales y otros 200 observadores procedieron en la madrugada del viernes al sábado al anillamiento que permitirá a la Consejería de Medio Ambiente tener identificados a los pollos nacidos en Fuente de Piedra.

El trabajo comienza de madrugada. El silencio, la destreza y la maestría son fundamentales para evitar una 'estampida' de los flamencos, que deben ser conducidos al corral levantado expresamente en mitad de la laguna. Los participantes, repartidos en cinco frentes -norte, sur, levante, poniente y corral- van siguiendo las instrucciones que por radio les va dando el director-conservador de la Laguna, Manuel Rendón. El objetivo es acorralar a los polluelos hasta que cerca de un millar de ellos entren en el cercado.

El proceso no es fácil, el chapoteo de los pasos en el agua, junto a las instrucciones por radio son los únicos sonidos permitidos. Con el objetivo cumplido, comienza una frenética actividad en cadena que se inicia con la selección uno a uno -hasta 600-, de los pollos para su anillamiento. En la tibia derecha, una anilla de metal con una numeración. En la izquierda, otra de PVC de mayor tamaño con cuatro dígitos. «Esta más grande permite identificar la numeración y por tanto conocer al flamenco con sólo observarle desde un telescopio», explica José Manuel Reyes, uno de los voluntarios.

A partir de ahí, el animal es trasladado por los distintos puestos donde se les pesa, se les mide el pico, las patas y el nivel de grasa, y se les extrae sangre. Y es que sólo con un análisis sanguíneo se podrá saber si se trata de una hembra o un macho. Ya con su identificación correspondiente, y un poco aturdidos por el paseo, regresan a las cálidas aguas salinas.