Uno de los aspectos oscuros del protocolo de Kioto es la posibilidad de canjear emisiones de metano por emisiones de CO2. Teóricamente se calcula que una molécula de metano tiene un poder de calentamiento, por absorción de energía infrarroja terrestre, que es unas 40 veces superior a la de una molécula de CO2. Por eso en principio se puede canjear una emisión de metano por otra de CO2 muy superior …(claro que no se tiene en cuenta que una molécula de metano dura en la atmósfera unos diez años, mucho menos que una de CO2, que permanece allí unos cien: demasiado complicado para los redactores de Kioto: mejor olvidarlo).
Resulta que hay una gran compañía de alimentos en Chile, AGROSUPER, que tiene unos 100.000 cerdos, que emiten por atrás mucho metano. Y en Japón hay una gran compañía eléctrica, TEPCO, que suministra electricidad a los 27 millones de habitantes de Tokio y de sus alrededores. Según su director general, Toshinobu Sato, tienen el propósito de reducir un 20 % sus emisiones de CO2 con respecto a las de 1990, siguiendo directrices derivadas del protocolo de Kioto. Para ello reforzarán sus instalaciones de energía nuclear, aumentarán la eficiencia de sus centrales térmicas y promoveran las energías renovables (bravo, bravo, bravo).
Pero como ni aún así alcanzarán esa reducción del 20 % harán negocios en el extranjero, cambiando vales que les permitan emitir CO2 a cambio de ayudar a los cerdos chilenos de AGROSUPER a que su metano en vez de ser emitido a la atmósfera así como así, se queme primero, produciendo energía … y más CO2.
Lo habeis entendido ? Pues con un poco de autobombo, y unas cuantas subvenciones gubernamentales, hay negocio.