Estimado Roberto-Iruña:
Esta es mi contestación a tu mensaje del domingo pasado.
Lo de la espiral imparable de calor que hiciese hervir los océanos me suena un poco fuerte. Igual se llega antes al límite que viene de que la radiación del Sol es la que es y no más.
Parece que el albedo actual de la atmósfera es del orden del 30%. Si suponemos que todo ese albedo es debido a la nubosidad, si no hubiese nubes llegaría a la superficie de la Tierra un 43% más de radiación de la que realmente nos está llegando (100% en vez de 70%; 100 / 70 = 1,43).
A la temperatura media actual en la superficie de la Tierra (de unos 15ºC), la atmósfera es capaz de re-emitir ese 70% de radiación del Sol. ¿Piensas que para re-emitir un 43% más se necesitaría una temperatura de 100ºC?
Estoy de acuerdo contigo en que el efecto “enfriador” del vapor de agua vía albedo por nubosidad debe de ser muy importante, pero no debemos olvidar que cuando, gracias a la acción combinada del CO2 y el vapor de agua, no salga al espacio más que una cantidad insignificante de fotones infrarrojos procedentes de la Tierra sin haber pasado por la “aduana” de estos dos gases, se habrá acabado el calentamiento.
Es más, en otro hilo (¿Puede el CO2 ser un gas refrigerante?) he aventurado la conjetura de que, acabado el calentamiento según el párrafo anterior, si sigue aumentando la concentración atmosférica de CO2, este “maldito gas calentante” se podría convertir en un “maldito gas enfriante”.