Llanes, de donde soy natural, es una bonita villa situada en la costa asturiana, que tiene al sur, a unos 6 Km en línea recta, la Sierra de Cuera, con una altitud de hasta 1.300 m.
Es característico del clima de Llanes que, en pleno verano, amanezca sin una sola nube en el cielo. A medida que avanza la mañana, empieza a subir la temperatura y se establece la brisa marina, que choca con la muralla montañosa, asciende, se enfría y genera nubes que avanzan desde la montaña hacia el mar a modo de visera. La temperatura en Llanes deja de subir, comienza a bajar y, sobre las 13:00 horas, empieza a llover. En Ribadesella (a unos 20 Km al oeste de Llanes) la brisa marina avanza tranquilamente hacia el sur por el valle del río Sella y, mientras en Llanes llueve, ellos están en la playa tomando el sol.
Lo que me interesa resaltar es que, mientras el cielo está despejado, la temperatura del aire sube, pero deja de subir e, incluso, comienza a bajar, en cuanto el cielo se nubla.
La única explicación que encuentro para esto es que el efecto albedo de las nubes es mucho más potente que el efecto invernadero del vapor de agua contenido en el aire del que las nubes proceden.
Si lo anterior fuese cierto, el vapor de agua no sería un realimentador positivo del efecto invernadero del CO2, sino todo lo contrario.
Pero, como no soy ningún experto en esta materia, me gustaría leer las opiniones de quienes sí lo sean.
Saludos.