Mirad lo que le ocurrió a un compañero el pasado fin de semana:
El domingo y lunes pasados estuve con mi hijo en la "Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila". Bueno eso el lo que pone en un maravilloso folleto que me dieron en la la casa de la Reserva. Según este folleto , una Reserva Natural "... tiene como finalidad la protección de ecosistemas, comunidades o elementos biológicos que por su rareza, fragilidad, importancia o singularidad merecen una valoración especia...". En este folleto informativo figura un plano muy bonito con los límites de la reserva y explica que cubre el territorio de 11 términos municipales y un total de 32.682 ha.
¡Maravilloso! , pensaba yo, un remanso de paz para las aves esteparias y los miles de ansares que nos visitan en invierno. ¡Menos mal que existen los espacios protegidos! ....En otro apartado de este impreso se dice que en 1996 el espacio se declaró "Reserva Regional de Caza" y que en la actualidad la Junta de Castilla y León está finalizando los trámites para su declaración como "Reserva Natural" por sus elevados valores biológicos . Así que no me queda muy claro que figura de protección ampara a este maravilloso espacio natural, aunque en la práctica sí que me quedó muy claro. Las lagunas de Villafáfila son un CAZADERO fenomenal para los cazadores de los pueblos limítrofes.
El domingo, ya anochecido, empezamos a oir tiros a diestro y siniestro en los campos que rodean a la laguna de Barillos. ¿Pero quién estará disparando y a qué, nos preguntábamos?. Dormimos en la furgoneta al pie de un "observatorio de aves" y de madrugada empezamos a oir disparos por todas partes. Aquello parecía la toma de Irak.
Cuando amaneció subimos con el telescopio al observatorio y vimos cómo varios cazadores llevaban orgullosos varios ansares muestros. ¿Pero no puede ser, como pueden cazar aquí ?, serán desalmados, vamos a llamar al Seprona ahora mismo. ¡Oiga que estamos en Villafáfila y los cazadores se están cargando a los ansares y yo creo que no pueden cazar aquí ¿o no? - Sí.., ¿que están donde ?... En Villafáfila.?. - Bueno pues ya le digo yo a la patrulla si eso que se pase... ¿Pero oiga si no le he dicho el sitio concreto dónde estoy ? - Bueno pues dígamelo. - En un observatorio de aves que hay ....
Al rato vienen dos lugareños con tres ansares y un azulón más tiesos que la mojama. Yo, en un acceso de ira le digo al que llevaba los trofeos. ¿No sabía que estaba permitido cazar ansares aquí?
¿Tiene usted permiso para hacerlo? ¿Esto no es una reserva? Se me queda mirando en tono chulesco y me dice -Pues claro que se puede cazar, ya lo está viendo, y le comenta al compañero... Solamente falta que vengan de afuera a tocarnos los co..... Le dije que yo creía que no era así y que les tomaría la matrícula del coche para informar al Seprona. - Infórmeles, informeles y dígale que ayer maté a 12 como estos y que ahora me voy a tomar algo a un bar de Villafáfila. Lo único que acerté a decir fue que si se sentía muy orgulloso de esa proeza.
Indignado me encaminé a la casa de la "Reserva" a contar lo sucedido y uno de los empleados de allí me miró muy sorprendido cuando le conté aquello y me dijo ¡Pues claro que se puede cazar en los límites de la reserva!. -Por eso se llama una Reserva de Caza. - Pero oiga, que estaban pegando tiros dentro del límite según el mapa del folleto... Ya, pero la zona donde está prohibida la caza es más pequeña. Me señala en un mapa una pequeña franja alrededor de las lagunas. Vé , por aquí hasta este camino y por aquí rodeando las lagunas.... - Pero oiga, como es posible que no limiten la caza en una franja de terreno más extensa. - ¡Como es posible que se carguen de esa manera a los ansares! - No hombre, si en realidad hay muchos, la caza de unos cuantos no significa mucho... Y yo pensaba, pero si no hay control ninguno, si no se sabe ni los que matan, si hasta por la noche los cazan (me confirmaron que podían hacerlo según la ley hasta dos horas después de la puesta de sol) sin que hayamos visto guardería ni guardia civil ni nadie controlando... Pero si hasta me dijeron que se subían al observatorio a pegarles tiros cuando al amanecer salían de la laguna para ir a comer a los campos de cereales.
Que no les da tiempo ni siquiera a los pobres bichos a coger altura, de lo cerca que están de la laguna los cazadores.
Yo ya con una desmoralización tremenda no tenía ganas de ver a las anátidas que pululaban por las lagunas, al igual que mi hijo, pensábamos que aquél ganso que estábamos intentando fotografiar yacería en el suelo muerto a los pocos minutos de salir volando de allí. En fin una tremenda decepción la que sufrimos este fin de semana. Nos volvimos a casa pensando que eramos unos tremendos ilusos que nos pensábamos que los espacios naturales servían para algo. Perdonad el rollo pero necesitaba compartir esta amarga experiencia con vosotros.
Un abrazo,