Bueno, autóctono significa lo que significa y tanto los pinos (pinaster y silvestre) como el castaño europeo (
Castanea sativa) son especies autóctonas en el territorio de Galicia al no haber sido introducidas de manera artificial y estar presentes en registros de manera continuada desde hace decenas de miles de años.
No obstante está claro que si observamos Galicia de manera generalista no cabe duda que las especies forestales dominantes de manera tiránica los últimos 10.000 años son los quercus de hoja caduca hasta que el hombre llegó con el hacha y el fuego a abrir los bosques hace unos 5.000 años (cuando empiezan a desatarse las gramíneas y los brezos, así como aparecer los cereales).
En algunos yacimientos del holoceno se aprecia bien como a medida que se recuperan las temperaturas las especies más adaptadas al frío como abedul o pino silvestre van dejando paso a las termófilas.
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Luego como especies más adaptadas a nichos a pequeña escala es donde encontramos a los pinos (silvestre y pinaster), abedul como árbol pionero en el límite forestal y otras especies acompañantes como el aliso, avellanos, olmos, castaños, etc... pero que no llegan en ningún caso a ser dominantes ni a competir de manera regional.
Con posterioridad a 11.900 años cal. BP se detecta el Holoceno
(LPAz-5 a LPAz-11), periodo en el cual los sedimentos empiezan a
ser más orgánicos que en las fases anteriores. La colonización de los
espacios anteriormente abiertos por parte de las formaciones
arbóreas (AP=80-95%) es el hecho más significativo durante el
Holoceno inicial (LPAz-5). La primera expansión arbórea se
corresponde con el aumento de los porcentajes de Betula, Pinus
sylvestris y Juniperus (LPAz-5a), mientras que en una segunda
fase abedules y pinos se ven desplazados ante la expansión de
Quercus caducifolios (LPAz-5b) y Corylus (LPAz-5c), los elementos
más importantes, junto a los que, en menor medida, encontramos
otros tales como Frangula, Ulmus, Alnus, Sambucus y Quercus
perennifolios. Durante el Holoceno medio (LPAz-6 a LPAz-8) se
observa la estabilización de las formaciones boscosas asentadas
anteriormente; mientras que durante el último tramo del Holoceno
(LPAz-9 a LPAz-11), correspondiente a los últimos 4000 años, estas
formaciones boscosas se ven sumamente alteradas debido al
impacto antropogénico en la zona, produciéndose una bajada de los
porcentajes arbóreos del 85 al 15% y un aumento espectacular de
los valores de Erica y Poaceae. .
En lo que si coincido con José_León es que dificilmente se puede considerar al pinaster como una especie que llegara a competir regionalmente con el roble. Los registros no sustentan su presencia más allá de zonas costeras y en baja proporción respecto a otras especies. De hecho incluso hoy en día en pinares abandonados fuera de zonas degradadas el sotobosque es de especies frondosas lo que da que pensar que en un futuro sustituirían a los pinos, no es una especie especialmente expansiva si no todo lo contrario. Otra cosa es si hay incendio, ahí si que produce unos regenerados brutales.
Sin embargo sí lo considero autóctono y desde luego presente de forma natural, no hizo falta que nadie lo trajera (como tampoco en Francia).
Ya en clave climática una información que se puede sacar de estos registros paleopolínicos es que aparentemente las variaciones de temperatura no influyeron demasiado en la pluviosidad, y que en periodos más cálidos que el actual como el óptimo climático del holoceno fue cuando los bosques de quercus caducifolios alcanzaron su apogeo, lo que indica que no necesariamente unas condiciones más cálidas tienen que influir en cambios en el patrón de precipitaciones, o al menos que las variaciones son soportables para las especies más exigentes hídricamente.