Las corrientes en chorro y el aislamiento de circulaciones intensas en altura: Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA)
Cuando el chorro, originalmente rectilíneo, se intensifica, se ondula y toma una componente norte-sur muy marcada, se puede generar un proceso de aislamiento y estrangulamiento de parte de esta circulación intensa. Estas circulaciones se aíslan de la circulación general, se alejan de las zonas de origen y llegan a cerrarse sobre sí mismas. Como se comentó anteriormente, el término inglés empleado en la actualidad para nombrar a estas perturbaciones es el de "cut-off low", que podría traducirse como depresión o baja aislada. Meteorológicamente, se le denominó o "bautizó" en español como Depresión Aislada de Niveles Altos, DANA. Esta palabra no fue introducida y usada en el INM hasta mediados de los ochenta como una terminología más apropiada que la de gota fría dentro del Área de Predicción y Vigilancia.
Obsérvese que en el término anglosajón sólo se habla de baja o depresión aislada sin hacer referencia al nivel, ya que se supone, de hecho, que se encuentra separada de la circulación en chorro de niveles altos. Por contra, en la terminología española hemos añadido explícitamente el concepto de "niveles altos" para diferenciarlas de otro tipo de depresiones o bajas aisladas, como, por ejemplo, las de origen térmico que se dan en la península durante los meses cálidos en capas bajas.
En nuestras latitudes podemos estar afectados también por el chorro subtropical: un cinturón de vientos máximos zonal muy concentrado, equivalente al polar, pero situado en latitudes más bajas y a mayor altura, entre 11.000 y 13.000 m, aproximadamente. Para él también vale lo comentado en el caso del polar. Por lo tanto, del chorro subtropical se puede separar y aislar un ramal o circulación cerrada cuando éste llega a ondularse marcadamente. En ambos casos, el resultado de este proceso es la presencia y generación de circulaciones cerradas y separadas de la zona “madre” originaria. Se forma una depresión en altura que posee una circulación propia, independiente y que ha perdido el contacto con la circulación que la generó (polar o subtropical), desplazándose de forma independiente del flujo de los oestes.
Las DANAs poseen un ciclo de vida característico, bien diferenciado de otras perturbaciones sinópticas: se generan en niveles altos asociadas a un proceso de ondulación, separación, ruptura y aislamiento de la circulación del chorro. En su estado de aislamiento completo poseen una circulación ciclónica cerrada que se refleja en niveles altos y medios, digamos en 300 y 500 hPa. Estas perturbaciones conservan parte de las propiedades de la circulación que las originó: en su lado izquierdo tendremos un núcleo de aire muy frío en niveles medios, que contrasta con el aire más cálido en su lado derecho.
Por lo tanto, la explicación basada en circulaciones intensas, que se aíslan de las fuentes originarias (polar o subtropical) y, posteriormente, se cierran sobre sí mismas nos da una visión simple, efectiva y elegante del concepto de DANA, que, a su vez, incluye a lo que anteriormente se denominaba gota fría.
La diferencia fundamental de ambas teorías es el enfoque más realista, genético y dinámico de la segunda (DANA) frente a la primera (gota fría). Mientras que en el concepto de gota fría se prima el hecho de ser una depresión soportada por un núcleo de temperatura muy fría, el de DANA lleva implícito aspectos asociados a circulaciones intensas y cerradas, que a su vez conforman un mínimo depresionario dinámico y térmico. Las observaciones, sobre todo a partir de imágenes de satélite, ponen de manifiesto los conceptos anteriormente enumerados y su ciclo de vida.
Es importante hacer notar que las DANAs son perturbaciones de altura y que se pueden propagar de arriba a abajo. En su fase inicial y de madurez aparecen en los mapas de altura (250, 300 y en 500 hPa). A medida que su movimiento se hace más lento, la perturbación, siempre y cuando sea intensa, se propaga hacia abajo y se ve reflejada en los mapas de 700 hPa: circulación cerrada y mínimo de temperatura en su seno. Cuando el proceso llega hasta 850 hPa y superficie, a la DANA se le puede denominar borrasca fría aislada. Esta última representaría una parte del ciclo de vida de una DANA: una perturbación ciclónica aislada que se refleja verticalmente en todos los niveles y lleva asociado un seno de aire frío preferentemente en capas medias y bajas. Si por algún motivo meteorológico la circulación ciclónica desaparece en capas bajas (de 700 hPa hasta superficie) dentro de una borrasca fría aislada tendremos de nuevo, y según los conceptos expuestos, una DANA propiamente dicha.
Lo expuesto hasta ahora no implica solamente un cambio de nombre sino que esta nueva denominación conlleva un sentido más moderno, realista y científico que el anterior. Por lo tanto, podemos definir a una DANA como:
"Una depresión cerrada en altura que se ha aislado y separado completamente de la circulación asociada al chorro, y que se mueve independientemente de tal flujo llegando, a veces, a ser estacionaria o, incluso, retrograda"
Obsérvese que en esta definición los elementos fundamentales asociados a las DANAs son el aislamiento, separación y su movimiento singular, independiente de la circulación del chorro donde se generó. En este nuevo, o renovado, concepto no se hace mención alguna de sus posibles reflejos en superficie (baja cerrada, presencia de frentes, etc) ni del tiempo o efectos que potencialmente pueda llevar asociada (lluvias intensas, tormentas, rayos, etc). Como siempre, en la atmósfera se presentan multitud de perturbaciones que entran de lleno en está acepción de DANA, cada una de ellas con sus singularidades particulares, pero en lo fundamental todas presentarán las mismas características comentadas con anterioridad.
Podríamos haber denominado a las DANAs simplemente como depresiones aisladas (o DA en su versión abreviada) sin el apelativo de niveles altos. Realmente esta sería la traducción más correcta de "cut-off low", pero hemos preferido utilizar su acepción completa de DANA porque:
- Refuerza explícitamente el carácter del nivel de su formación: niveles altos
- Elimina la ambigüedad que se puede introducir al poderlas confundir con otras que sólo se encuentran en niveles bajos
- Por razones históricas y de uso establecidas en el INM
Nota. Se introdujo el concepto de baja fría como parte del ciclo de vida de una DANA, cuando esta última tiene un reflejo en todos los niveles: desde niveles altos hasta superficie. Toda perturbación en niveles altos genera anomalías en capas inferiores y en superficie, de mayor o menor grado. Por lo tanto, y ahondando en lo comentado en el párrafo anterior, la presencia o ausencia de perturbaciones en niveles bajos o en superficie no se va a utilizar para marcar diferencias entre una DANA u otra perturbación aislada de niveles altos con reflejo en superficie. En otras palabras, una DANA será cualquier perturbación que cumpla la definición anterior, tenga o no reflejo en superficie. Con este concepto en mente se tiene que una borrasca fría aislada es una DANA.
Llegado a este punto parece necesario distinguir entre las borrascas frías aisladas de las propiamente llamadas borrascas frías de tipo polar. Las DANAs, y refiriéndonos al hemisferio Norte, deben quedar aisladas y separadas de la circulación del chorro, situándose en su lado ecuatorial. Cuando la DANA se manifiesta o refleja marcadamente en todos los niveles y en su vertical tendremos la llamada borrasca fría aislada. Por otra parte, existen borrascas frías que se sitúan en el lado polar de la corriente en chorro. Muchas de ellas se generan como resultado final del ciclo de vida de una depresión móvil de latitudes medias: la depresión en altura queda sobre la baja en superficie y en su vertical. A estas borrascas frías polares se les denomina, simplemente, borrascas frías para diferenciarlas de las borrascas frías aisladas generadas a partir de una DANA
Francisco Martín León
Servicio de Técnicas de Análisis y Predicción, INM