De todas formas, el clima de Milán no es realmente continental en el sentido de Trewartha, sino más bien "océanico continental (es decir, de interior)", con una pluviometría diferente (pluviograma en M) de la del templado océanico (pluviograma en V), como señala Viers. Por tanto, el criterio diferenciador sería pluviométrico en vez de térmico.
y térmico: París tiene una amplitud de unos 16ºC y Milán se acercará o incluso superará los 20ºC, más que cualquier localidad de la Península Ibérica por mucho que nos parezca que las parameras del Sistema Ibérico son supercontinentales.
No solo el Sistema Ibérico sino también las tierras altas de La Mancha: Albacete tiene una oscilación térmica de 19.8 ºC, mayor incluso que la de Teruel, que tiene un clima continental de libro. La diferencia principal entre ambas es que julio-agosto es muy cálido y seco en Albacete, por lo que sería un tipo "mediterráneo continental", mientras que Teruel sería un "continental mediterráneo" (es decir, de la zona mediterránea) para diferenciarlo del "continental oceánico" de Milán.
El principal problema que veo en este tipo de denominaciones es el diferente uso que tienen palabras como "oceánico" o "continental" cuando se refieren a la oscilación térmica, pluviometría o ambas a la vez, frente a la clasificación de Trewartha, donde "continental" designa un tipo de clima más frío que "océanico". Por eso creo que hay que delimitar primero los tipos de clima que tenemos entre manos antes de etiquetarlos según una u otra clasificación.