Pues eso, un país cuyo principal sector es el turístico, no debería tener centrales nucleares cerca, porque a parte de la catástrofe, sea grande o pequeña, nos podemos quedar sin los 56 millones de turistas anuales en menos que canta un gallo. Y el país se va a tomar viento, si o si. Que busquen alternativas urgentes a las centrales españolas y las cierren es de cajón.