Me alegro por tí, Vaqueret, ya que te forrarás fácilmente.
En efecto, tienes razón. Basta verificar, como en el ejemplo de la homeopatía, que no funciona, y que sus predicciones de curación no se corresponden con los datos fríos de las pretendidas curaciones. ¡La cruda realidad destrona cualquier hipótesis falsa!
Ten en cuenta, eso sí, que tratarán de ensuciar el campo de juego, y que dirán que como no eres ni médico ni biólogo ni homeópata, no entiendes nada; y que si tus números de la realidad no se acompasan con sus pretensiones, la culpa es tuya, y que lo único que necesitan es un poquitín de tiempo para transformar las estadísticas médicas en números que avalen sus reclamaciones.
Pero no te preocupes. Aunque ellos tengan dinero, poder, y mucha TV, tus números reales triunfarán finalmente... entre los que prefieran la ciencia, por supuesto, ya que los creyentes convencidos no aceptarán la realidad. Al fin y al cabo, los ángeles no mienten, ¿no?