http://www.lavozdegalicia.es/galicia/2009/05/14/0003_7716136.htmAgentes del Seprona detuvieron a dos vecinos de Dumbría (A Coruña) acusados de delitos contra la flora y la fauna. Los dos hombres, M.?R.?T., de 68 años, y J.?A.?R.?S., de 33, padre e hijo, se encuentran en libertad con cargos acusados de poner lazos de acero en el monte para cazar lobos y otros animales.
Los agentes los responsabilizan de haber acabado, con esas trampas, al menos con la vida de un lobo y de tres jabalíes. El lobo es una especie protegida cuya caza está totalmente prohibida. Más con ese tipo artilugios.
Hace un mes, los agentes del Seprona -que contaron con la colaboración de técnicos de Medio Ambiente para identificar a los dos sospechosos- encontraron varios lazos de acero en las inmediaciones de una finca de Dumbría. Unos días después aparecían dos jabalíes muertos y más lazos, colocados estratégicamente en los lugares de paso de los animales salvajes.
Los agentes retiraron las trampas de la zona forestal y pusieron en marcha un sistema de vigilancia para tratar de dar con las personas que las ponían. Días después se encontraron con que los lazos retirados habían vuelto a aparecer y con ellos un nuevo jabalí y un lobo muertos. Empleando «medios tecnológicos», según explican desde la Guardia Civil, los agentes consiguieron identificar a los responsables de la colocación de las trampas. Padre e hijo ya habían sido localizados antes en las inmediaciones del lugar de los hechos realizando tareas agrícolas. Tras su detención parece demostrado que también se dedicaban a otras labores.
Hasta una veintena de lazos se llevaron los efectivos del Seprona. Se trata de una trampa simple y letal que condena a los animales que caen en ella a una muerta lenta y dolorosa. Se compone tan solo de un cable de acero en forma de aro con una especie de nudo corredizo. Los cazadores furtivos los sitúan en medio de los lugares de paso de los animales, que meten la cabeza, y a veces medio cuerpo en ellos, y siguen avanzando hasta que el lazo se cierra. Cuanto más lucha la fiera por liberarse más se aprieta la trampa en torno a su cuello o su abdomen.
Una gran parte de los que caen en los lazos acaban muriendo por asfixia. Otros fallecen de hambre y sed con el paso de los días y sin posibilidad desoltarse.
En Dumbría, el Seprona consiguió detener a dos personas, pero los terribles lazos no son exclusivos de ese municipio de la Costa da Morte. El mismo tipo de trampa se puede encontrar también con facilidad en las superficies forestales de Muxía, Mazaricos, Cee o Vimianzo.
No es el único medio que se emplea. En la zona -al menos en Mazaricos, Vimianzo y Muxía- hay pruebas de caza de lobos con escopeta. También con veneno han caído cánidos en Vimianzo y Dumbría. Hacía años que no se detectaba una presencia tan elevada de trampas para acabar con los lobos. Y no solo con ellos, también con jabalíes y otras especies, ya que los medios empleados no son selectivos.
Solo quedan dos de cinco
En los montes de la Costa da Morte se estaba realizando un seguimiento de cinco lobos para conocer sus hábitos y su comportamiento. De los cinco animales marcados, solo quedan dos vivos. Los otros tres murieron en los últimos meses, todos ellos a causa de la caza ilegal. El lobo es una especie protegida que suma a la reducción de su medio su injustificada y ancestral mala fama.
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El lobo lo tiene realmente chungo, y en zonas ganaderas como Galicia me parece milagroso que sobreviva, se le presiona y acosa indiscriminadamente. A ver cuanto dura.