En las montañas argelinas y marroquíes debe haber poblaciones por encima de 1.000 metros de altura donde con advecciones de viento norte como en la situación actual eventualmente se registren máximas negativas, tal y como sucede en ciudades como Ávila y Segovia.
Allí, por estar más al sur, dicha cota a partir de la cual en situaciones frías excepcionales puedan registrar máximas negativas tiene que darse a más altitud que en nuestra península.
Si en Segovia y en Ávila muy excepcionalmente ocurre estando éstas a 1.000 y a 1.100 metros sobre el nivel del mar respectivamente, en el Atlas esos lugares habitados propensos a ello deberían estar quizás de 1.300 metros para arriba.