Ayer, durante una travesía en mountain bike, bordeé toda la cola del pantano de Añarbe (el que abastece a San Sebastián y su comarca), y la imagen era desoladora, con el agua muy por debajo de los niveles habituales. Ya sé que los pantanos del resto de la península, más grandes y capaces de almacenar grandes reservas para hacer frente a largos periodos de sequía presentan en general buenos niveles. Ayer mismo en el telediario de Telecinco asistí a un autentico ejemplo de autocomplacencia. Nos mostraban uno de los pantanos de Madrid a rebosar y decían que NINGUN GRIFO DE ESPAÑA SUFRIRA RESTRICCIONES ESTE VERANO¡¡ Por favor, que el agua no llega a mi grifo de ningún pantano, sino de un depósito que se nutre de varios arroyos, como en tantos sitios. O de captaciones subterraneas, manantiales,etc.
Parece que queremos regocijarnos en la desgracia de nuestros vecinos europeos, nada preparados para esta adversidad.
Desde luego a mi me inquieta profundamente ver los prados cercanos amarillear como nunca. Supongo que quien ve esto como un proceso anual inevitable, ligado al ciclo estacional, no sufrirá en su ánimo como quien aprecia esto como un reflejo de decadencia.
En los ultimos 45 días no hemos acumulado ni 25 l/m2. Es obvio que no es suficiente para mantener el esplendor natural. Y además en un año hidrológico lamentable. No vamos a llegar ni a 1000 l/m2. Y eso aquí es una gran sequía.