Continúa el verano finlandés en Finlandia. Después de dos estíos seguidos con el termómetro enloquecido hacia arriba, nos llega un tiempo más acorde con estas latitudes. Las temperaturas, tras un arranque prometedor a principios de Julio (máxima estival el día 8 en Hamenlinna 28,5), se resisten a subir ni aún con todas las horas de luz de estos momentos del año. Las borrascas del Sur-suroeste se suceden una tras otra y las cantidades de lluvia empiezan a ser notables. En Helsinki habíamos estado viendo pasar los frentes a derecha e izquierda, pensando que las imágenes de la campiña hecha un arrozal, eran cosas de esa divertida gente que vive más allá de las perimetrales. Pero entre ayer y hoy han caido 30-40 litrillos en la capital, puro temporal, apenas media docena de truenos se llegaron a escuchar. Pues eso, más bien que bien, pasando el verano más frescos que una lechuga.