Bueno, maticemos, el verano fue malo, pero pudo ser peor, pudo caer un pedrisco y arruinarlo todo, de hecho, en una parte del término si que cayó y les fastidió bastante, pero claro, cómo el término es tan grande, pues en la otra se salvaron, cómo es el caso de la viña de mi padre
La clave está en la excelente primavera que tuvimos, muy lluviosa y sin heladas tardías, los fríos de enero y febrero hicieron que la primavera avanzara lentamente pero segura, de forma que las heladas que se produjeron los primeros días de Abril (yo lo ví en las calles del pueblo el día 4) no tuvieron efectos negativos sobre las cepas porque éstas no habían movido aún, de esta forma, las cepas echaron una cantidad grandísima de uva, muchos racimos.
Ahora había que esperar a que "cernieran" bien, esto quiere decir que se cierren los racimos y crezcan los granos, para lo cual es deseable alguna lluvia en Junio, primer mes que sufrimos todos el agobiante y seco calor, y además para terminar bien alguna lluvia en agosto para darle a la uva su tamaño final, eso es mucho pedir, ya que de agosto te puedes esperar cualquier cosa, y lo peor de todo es el pedrisco, afortunadamente no cayó, lluvia muy poca, pero en Septiembre si que hubo lluvias abundantes en un par de tormentas, la primera el día 5, que dió ese último empujón a la uva, la del día 21 no hizo más que dificultar la vendimia e incluso hacer que parte de la cosecha se pudriera.
En fin, que no podemos calificar de malo el año vitivinícola en mi pueblo, aunque no excepcional, ya que en Mayo la gente casi se asustaba de la enorme cantidad de uva que podía llegar a recoger si el año continuaba bien, pero claro, esos son los riesgos de la agricultura, igual tienes 5000 kilos de uva el 15 de septiembre y el 16 cae un pedrisco y recoges 1500.
Ah, y otra cosa, el grado, excepcional, en el caso de nosotros hemos llegado a "16.6º de alcohol", ahí el calor ha tenido algo que ver.
Ahora esperamos que se venda al precio que se merece, y unos buenos dinerillos para la gente, el año pasado fue bastante malo (heladas y varios pedriscos)