LA VANGUARDIA 14 DE AGOSTO DE 2003
Esperando el diluvio[/b]
Barcelona prepara un dispositivo para evitar inundaciones con las anunciadas tormentas
La alta temperatura del agua del mar hace prever que las lluvias de final de verano serán torrenciales
Precauciones para evitar que la playa de Barcelona se quede sin arena
ELENA CASTELLS - 14/08/2003
Barcelona.
Más vale prevenir que tener que lamentarse. Y por eso, y a pesar del calor infernal de estos días –ayer Barcelona marcaba 38,6º, una temperatura en la franja del récord–, la capital catalana ha puesto en marcha un dispositivo preventivo para que el pronosticado aguacero que llegará tras la ola de calor no colapse la ciudad.
Desde la semana pasada se ha reforzado la recogida de hojas secas caídas de los árboles para que no obturen los imbornales, esos agujeros que hay entre el bordillo y la calzada y que sirven para filtrar el agua de lluvia o de riego. “Todos los equipos de limpieza diaria tienen órdenes de recoger cada día las hojas aunque no puedan acabar el itinerario que tienen asignado”, explica la directora de Serveis de Neteja Urbana, Núria Badia.
El Servei de Meteorologia y Protección Civil han remitido al Ayuntamiento informes que avisan de la posiblidad de fuertes lluvias al final del verano. La alta temperatura del agua del mar –tres o cuatro grados por encima de lo habitual– hace prever que las precipitaciones, que hacen acto de presencia entre finales de agosto y principios de noviembre, este año sean torrenciales.
Las actuaciones de limpieza y acondicionamiento de depósitos empezaron la semana pasada y tendrán un seguimiento continuado. La limpieza de alcantarillas se refuerza en zonas urbanas como Paral·lel, avenida Roma, plaza Francesc Macià y Diagonal, donde confluyen aguas de otros puntos. Los imbornales de estas plazas y calles son revisados por dentro y por fuera, al igual que los situados en los puntos bajos de la ciudad.
Existen otras áreas críticas en momentos de lluvia, que coinciden con lugares donde hay ubicados depósitos y grandes colectores. En estos puntos, los servicios municipales ya están trabajando para que todo funcione a la perfección y no se produzcan las inundaciones de otros años. Una de estas zonas críticas son los túneles de Badal, que van a dar a la plaza Cerdà, donde se han revisado las señales, barreras y sistemas de control. La plaza Cerdà vivió dos importantes inundaciones justo después de su inauguración, en el año 1999, aunque unas costosísimas obras solucionaron los problemas técnicos para que no volviera a repetirse el desastre.
Otros puntos en los que se presta especial atención por las obras que se llevan a cabo y para que la tierra y sedimentos no colapsen las cloacas son la zona del Fòrum, con el colector de Prim, y la confluencia de Diagonal con Roger de Flor. En La Maquinista, los técnicos ya han revisado la compuerta de aguas Estadella y en la plaza Lesseps se controla que las rejas estén limpias y puedan filtrar el agua con normalidad.
En la ronda Litoral, entre el nudo de la Trinitat y la calle Guipúscoa, el Ayuntamiento ha solicitado al Consell Comarcal del Barcelonès –encargado de la gestión– que compruebe el correcto funcionamiento, sustituya algunas rejas y se responsabilice de la limpieza.
Otra de las medidas consiste en tener a punto los equipos de agua a presión que arrastran la tierra y los materiales sólidos que taponan las alcantarillas. Las actuaciones también incluyen la limpieza y vaciado de los depósitos y grandes colectores de la ciudad.
Además, viendo las playas de Barcelona, atiborradas estos días de cuerpos al sol, es difícil recordar su lamentable estado tras los últimos temporales. A pesar del calor, los técnicos saben que el temporal de levante, tarde o temprano, soplará. Y para que el litoral no vuelva a quedarse sin arena, los servicios de limpieza están poniendo de su parte.
Los equipos de playas se reconvierten en servicios de limpieza que recogen materiales sólidos que los colectores y emisarios arrojan al mar y todo lo que el oleaje acerca a la arena.
“Este dispositivo que se ha reforzado por la excepcionalidad del clima facilitará los trabajos de la Guardia Urbana, los bomberos y todos los servicios de emergencia cuando se declare la alerta en la ciudad por las lluvias”, explica Badia.
HOJAS DE OTOÑO EN VERANO. La excepcional acumulación de hojas caídas pueden obturar las cloacas