[LA CRIOSFERA]

LA CRIOSFERA

El sistema climático es una máquina muy compleja dotada de una fuente primaria de energía, el Sol, que redistribuye de forma permanente su energía en forma de calor. Las numerosas interacciones entre la atmósfera, el hidrógeno, la criosfera y la litosfera desempeñan un papel determinante e la evolución del clima. Se producen en canales de tiempo que van desde unas horas hasta varios millones de años.
La atmósfera es una cubierta gaseosa de unos 50 km. de grosor. Protege nuestro planeta de determinados rayos nocivos emitidos por el Sol. LA mayor parte de su masa se encuentra por debajo de los 20 km. Y en él tienen lugar intercambios constantes que originan fenómenos meteorológicos.
La Hidrosfera esta constituida por los mares, ríos, lagos, sobre todo, por los océanos. Estos absorben una gran parte de la radiación solar y se calientan y enfilan lentamente. Su función reguladora constituye a la distribución de los climas; así, por ejemplo, los climas oceánicos son opuestos a los climas continentales.
La biosfera reúne el conjunto de ecosistemas continentales y oceánicos. Interviene de forma activa en el sistema climático.
La Criosfera está compuesta por nieve y hielo. Amplifica las variaciones del clima.
La Litosfera es la parte rígida de la corteza terrestre. La distribución geográfica de los continentes y océanos determina las escalas más largas de las variaciones climáticas

LA CRIOSFERA
La cubierta de nieve es una variable importante en el cambio del clima debido a su influencia en la energía y aportación de humedad. La presencia de la cubierta de  nieve considera las grandes diferencias entre el verano y el albedo( energía refractada por una superficie o materia) de la superficie de la tierra, anual y interanual. La nieve puede reflejar hasta el 80 a 90 por ciento de energía solar entrante mientras que una superficie sin nieve como suelo o vegetación puede reflejar solamente un 10 o 20 por ciento. La tendencia a que se calienta un lugar puede ser causa de la disminucion de la nieve. Con la disminución que resulta de la energía reflejada, la absorción de la radiación solar aumenta, agregando calor al sistema, de tal modo que hace que aún más nieve se derrita. Un mecanismo positivo clásico de la regeneración de la temperatura-albedo sobreviene, que es un componente dominante en modelos del clima. La temperatura superficial es altamente dependiente de la presencia o la ausencia de la cubierta de la nieve, y se han demostrado las tendencias de la temperatura al ser relacionado con los cambios en cubierta de la nieve.
Además del efecto del albedo, la cubierta de la nieve representa un disipador de calor significativo durante el período del derretimiento del ciclo estacional debido a un calor latente relativamente alto de fusion. Consecuentemente, la cubierta estacional de la nieve proporciona una fuente importante de la inercia termal dentro del sistema total del clima mientras que guarda hacía adentro adentro y lanza cantidades grandes de energía con poco o nada de fluctuación de la temperatura.
La tendencia de los ultimos 24 años en el grado anual de perdida de cubierta de nieve derivados de datos basados en los satélites de microondas visibles y pasivas indica una disminución de aproximadamente 0,4 por ciento por año de la cubierta de nieve. La precipitación en regiones con cubierta estacional de  nieve aparece haber sido constante o en aumento leve sobre el período estudiado,lo que nos conduce a concluir que la cubierta de nieve que disminuye es el resultado de aumentar temperaturas, no de perdida de precipitación, el problema es que se funde antes
Nieve
La cubierta estacional de la nieve,es el componente más grande de la criosfera, cubre hasta el 33 por ciento de la superficie total de la tierra de la tierra. Cerca de 98 por ciento de la cubierta estacional total de la nieve están situados en el hemisferio norte. Aunque las acumulaciones de nieve y las avalanchas plantean a menudo peligros a los seres humanos, la nieve también proporciona mucha del agua del mundo. Por ejemplo, las nevadas son el 60 a 70 por ciento de precipitación anual en la Sierra Nevada de ESTADOS UNIDOS y montañas rocosas, y luego se convierte en  agua durante el derretimiento de la nieve en verano