Yo creo que las claves del problema están aquí:
El sector que sí ha detectado esta influencia con claridad es el del helado artesano, que hace apenas unos días atribuyó el descenso de ventas que sufren (de entre el 8% y el 10%) a que las temperaturas han bajado, sobre todo por la noche, y al encarecimiento de las hipotecas. El problema para los empresarios hosteleros de Benidorm y la Costa Blanca es la contención del gasto de los visitantes, más que la cantidad de turistas: el llamado "turismo de bocadillo". Un visitante que sale poco y controla mucho el gasto, y que este año está reduciendo los ingresos de los hosteleros de Benidorm en un 25%. Esta tendencia se produce a pesar de que los hoteles de la zona están satisfechos porque han incrementado un año más las cifras de ocupación.
El presidente de la Asociación de Hosteleros de Málaga, Rafael Prado, aseguró que la ocupación de este año "es mejor" que la del pasado, pero los empresarios también se quejan de que el gasto por visitante está bajando, seguramente por el aumento del precio de la vivienda y de los tipos de interés de las hipotecas. "El problema no es clima atmosférico, sino el clima financiero", considera Prado.
Yo no sé hasta qué punto influye el tiempo para quedarse en casa. Vale, planificas un fin de semana y ves que en "El Tiempo" va a hacer "malo". ¿Te quedas en casa? Hay gente que sí y gente que no.
Pero pongamos por caso que ya has decidido pasar diez días en la Costa Brava, porque cogiendo con antelación las vacaciones te hacen descuento... Llegas y te hace malo. ¿Te vuelves a casa? Hay gente que sí y gente que no... Pero los que se quedan deben seguir gastando. Es muy típico aquello de: "hoy no hace día de playa; vamos a ver pueblos del interior, o visitemos el museo de Dalí, por ejemplo" Y ahí se sigue haciendo gasto.
Pero claro, si como en mi caso resulta que vas un finde a Gijón, intentas contener el gasto y resulta que te has gastado 300 € entre tú y tu pareja sin darte ni cuenta... te lo piensas mucho más salir un nuevo fin de semana que por que el tiempo haya sido malo.
Los hosteleros le echan la culpa al encarecimiento de las hipotecas. Pero deberían mirarse un poco el ombligo, pues sus precios a veces son poco razonables.
Así que puede que el mal tiempo eche atrás a mucha gente, pero creo que los precios asustan mal que los cúmulos y el frío.