Las fotos de este reportaje están tomadas el día 31 de Diciembre de 2014, en la subida al monte Santa Elena, de 1.111 m. de altitud, en la sierra de Iturrieta (Álava).
En invierno, a mitad de subida, se suele formar un pequeño riachuelo, en un lugar sombrío y frío que, sin embargo, nos ofrece estos pequeños y maravillosos caprichos.
Las formas creadas hablan por sí solas; cuentan del frío que hace, hablan de lo que el frío y el agua juntos son capaces de hacer, y nos hablan también de formas caprichosas que nunca más se volverán a repetir.
Es como si un escultor estuviera presente dándoles forma: una lágrima, un elefante, un grifo, un peine….
Podemos observar también cómo el hielo es capaz de conservar en su interior unas hojas (en este caso de hiedra) en perfecto estado, y cómo un pequeño trocito de rama es capaz de soportar semejante cantidad de hielo