Lo único malo de nuestra preciosa ciudad, es la cantidad de edificios históricos que se tiraron en los 50, 60 y 70, cuando llego la industrialización, por no hablar de la excesiva densidad de viviendas en los barrios obreros construidos entonces.
En cuanto a limpieza, coincido en que pocas ciudades están tan limpias, pero obras tenemos a tutiplen, gracias a dios llegan las elecciones y ya estan de inauguraciones