Efectivamente, de todas las opciones posibles se ha ido confirmando la peor de todas, es decir, la que mete más calor y, lo que es peor, la que lo alarga más en el tiempo. La DANA permanece inmovil aeternum al oeste de la península a la distancia perfecta para bombear sobre nosotros una masa de aire muy cálido, sahariano. Si la DANA se moviera suficientemente al este, tendríamos asegurado un periodo de tormentas bien repartidas por toda la península. Pero no, lo que nos toca es sufrir una ola de calor en toda regla cuyo fin aún no está del todo claro pero que como mínimo va a durar 5 ó 6 días. Como mínimo.
Paciencia, porque las tormentas llegarán, antes o después llegarán. O no.