Pues se dedican a lo siguiente:
La mayoría de los habitantes de Oymyakon vive de la caza de martas y liebres, o bien crían vacas y renos. La única industria es una pequeña fábrica de leche que deja de funcionar en octubre. El invierno es demasiado frío para las vacas, así que no dan leche, y los campesinos cubren las ubres de los animales con sacos de piel para que no se enfríen. De todos modos, la leche no se echa a perder: se conserva congelada en los sótanos, a un metro bajo tierra, donde reina una temperatura constante de entre 10 y 15 grados todo el año.
Y por cierto tiene el record mundial de temperatura negativa en un lugar poblado: -71,2ºC