Vamos a ver a mi que Barcelona se declare ciudad antitauirina me da exactamente igual, porque creo que se trata de una maniobra politica, vamos que por un lado, decimos que somos antitaurinos y por otro damos medallas a toreros catalanes. Yo no he ido a ninguna corrida por que no me gustan, ni me gustaran y tan solo digo que la fiesta supuestamente llamada nacional se muera y tarde o temprano sin ayuda institucional se acabara, al margen de giligolleces politicamente correctas-