Buenas noches a todos.
No suelo prodigarme mucho por los reportajes del foro, pero en este caso la ocasión merece la pena. La que ha sido sin duda la mejor kaza de mi vida, ha dejado un listón tan alto que no se si será superado algún dia. La primera vez es siempre muy especial, y no me cabe duda que esta se quedará en mi memoria para toda la vida, aunque vengan otras mejores detrás (que ojalá así sea).
Las fotos no son muy diferentes a las que han colgado Rayo o AmartinB, ni lo serán de las que colgará Fobitos en los próximos dias, pero más que de mostrar fotos, se trata también de plasmar un poco lo que sentimos la tarde que cazamos nuestra primera supercélula “pata negra”. Al fin y al cabo, tener un trofeo de este calibre en el álbum de fotos es todo un honor para mi (y seguro que para el resto de los compañeros de caza). Sin embargo más que eso, lo que quedará por encima de todo serán las sensaciones vividas, y eso por suerte o por desgracia no es algo que pueda transmitirse fácilmente con palabras.
La historia comienza bastante atrás. Yo esta semana estaba desplazado a Durango donde estaba haciendo pruebas a los nuevos trenes de Euskotren que van a dar servicio en la línea Bilbao-Durango cuando recibo una llamada de Fobitos diciéndome que el sábado se esperaba movida importante. Por lo visto los mapas eran muy muy buenos para ver convección profunda y fenómenos severos. Empezamos a seguir la situación, y con el paso de los dias la situación fue pasando del Sábado al Viernes. Desgraciadamente para mi eso suponía algunos problemas. El primero era que yo hacia pruebas en el tren durante toda la madrugada del Viernes y no podría dormir hasta Dios sabe cuando si salía de kaza ese mismo Viernes y el segundo que el Meteopred se iba a echar deprisa y corriendo con pocas posibilidades de hacer nada en la etapa. Estuvimos vigilando los modelos y aun con el riesgo que esto supone, decidí que la ocasión bien podía merecer la pena y me lancé a ello.
El viernes por la mañana, sin dormir nada, cogí el primer autobús que salía desde Bilbao a las 7.00 de la mañana. Allí pude echar alguna cabezadita para recuperar mínimamente las fuerzas. Como llegaba a las 11.30 a Madrid y aunque iba cargado como una mula con las cosas del curro, decidí pasarme por la Facultad de Físicas a recoger a David y aprovechamos para pasarnos por la AEMET donde vimos a Rayo y Nimbus. La situación en los modelos pintaba perfecta, pero en los cielos apenas se veían unos pocos Cu y Ac castellanus sin entidad so pena de una banda de As muy espesa que temíamos que nos jodieran la conveccion.
Tras dejar la AEMET, David y yo recogimos a César y Álvaro y como no hay nada creciendo por ningún lado, decidimos irnos al chalé de David a esperar, con un mazo de cartas por si acaso al final no pasaba nada. No se cuanto tiempo estuvimos esperando. Consultábamos el radar... nada. Mirábamos el foro... nada. Hablaba con Rayo que estaba bastante lejos... nada... sólo una pequeña agrupación de Cu sobre nuestras cabezas que iban poco a poco intentando crecer...
De repente, y sin saber por qué, a pesar del velo de Cs y As que cubria la zona, una agrupación de estos cúmulos consiguió crear un Cb de cierta envergadura. Sería como comenta Rayo, el germen que acabaría por desencadenar todo lo que vino después.
El crecimiento de la nube se produjo prácticamente en la vertical de nosotros y fue tan explosivo que probablemente provocó una onda de gravedad que limpió el cielo de mierda cirrosa. Se puede ver como en las siguientes fotos cada vez va apareciendo el cielo más azul.
La ruptura de la capa de As es algo que me sorprendió bastante. Nunca lo había visto y me impresionó bastante. Otra cosa que provocó la explosión de la nube fue que el cielo se limpió también de cúmulos a la vez que arreciaba el viento. Puesto que no se formaba nada más por detrás de la nube decidimos perseguirla hacia la sierra. En la persecución y desde el coche le fuimos sacando fotos en las que se ve algún pileus fruto de la velocidad con la que se expandía el Cb
Debido al tremendo chorro en altura, la tormenta iba a una velocidad endiablada y se nos escapó. En Torrelodones nos metimos debajo de las nuevas tormentas que se estaban formando, pero entre que no había buena visibilidad y que seguíamos apostando por el llano para ver las posibles supercélulas, retrocedimos hasta “La Atalaya” no muy lejos ya de Móstoles. El motivo de parar en ese mirador no fue otro que las impresionantes vistas que teníamos de las tormentas que crecían por la presierra. Pocas veces en mi vida he visto crecer los Cbs como crecían esa tarde.
A pesar del crecimiento tan espectacular del Cb que se aprecia en la derecha de las anteriores fotos, me chirriaba lo lisa que estaba la base de la misma con la posibilidad de que fuera SP. Por ello fijé mi atención en el desarrollo explosivo de la última célula de la serie, que además estaba en el llano ya y que estaba algo camuflado entre el yunque se venia directo a nosotros.
Los mammatus y los desarrollos eran impresionantes.
Aunque cundía el nerviosismo, la intención era aprovechar las impresionantes vistas del sitio para ver la evolución de los bicharracos y actuar en consecuencia. Si se formaba una SP debía venir directa a nosotros o al menos pasar muy cerca y podríamos pillarla fácilmente. Y milagrosamente, y casi sin dar tiempo a pestañear, la base de la última célula empezó a dar señales de vida. Mientras esto ocurría, yo telefoneaba a Rayo hecho un manojo de nervios... empezaba a cuadrarme la estructura de la nube con la de una SP: “Rayo, que la tenemos, que veo la estructura”. Rayo me decía: “Pablo, yo no veo nada, es que me tapa la precipitación”, y yo “Te juro que si, veo desgarros en la base y distingo algunas partes de la estructura de la SP, es que creo que estás muy al norte para verlo...”
Es en estos momentos es cuando llega Rayo hasta nuestra posición. La identificación visual de la tormenta ya dejaba pocas dudas: era SUPERCÉLULA.
Con su Tail Cloud
La presa estaba delante de los objetivos y su destino era claro: ser acribillada a fotografias por parte de 5 locos de la meteorología.
Al irse poco a poco la luz, el panorama se fue oscureciendo. A contra luz con la puesta de sol por detrás, los detalles de las tripas de la SP se resaltaron maravillosamente, sólo faltó el tornado. Un buen susto nos llevamos al ver girar la base de la nube y como se formaba un pequeño embudo... al final todo quedó en un amago que apenas pudo ser fotografiado...
Nos movimos de sitio para evitar los cables de alta tensión...
No entendimos muy bien por qué salieron tantos “rabos” nubosos de la base...
Ya casi anocheciendo, y con la SP aproximadamente en Villalba, pudimos ver las famosas “inflow bands” que iban convergiendo en el mesociclón.
Cuando se fue la luz y para rematar la kaza, decidimos ir a Galapagar, a ver los efectos que produjo. Se vieron buenas acumulaciones de granizo y grandes balsas de agua. Es lo que tienen 70mm por metro cuadrado en poco tiempo.
Tras esta kaza yo sólo pido una cosa: ojalá pueda volver a ver algo así en mi vida. Quizá la emoción ya no va a ser la de la primera vez, pero el espíritu de kazatormentas unido a saber que cada tormenta es distinta, seguro que nos vuelve a dar grandes emociones.