Está claro que en media y alta montaña, donde en invierno las temperaturas SUELEN ser suficientemente bajas, la nivosidad depende del potencial pluviométrico de la situación sinóptica en cuestión, siendo flujos templados del O-SO en el Sistema Central, Macizo Galaico, Sistemas Béticos y vertiente S de la cordillera cántabro-pirenaica.
En zonas bajas hace falta ya una advección simultánea o previa de aire suficientemente frío para que la cota de nieve llegue al suelo, pero tampoco es necesario una gran ola de frío, sino que las temperaturas se acerquen lo suficiente a 0º.