La razón por la que evacuan es porque están acojonados de que se produzca un Joullap. Estas riadas asociadas a volcanes subglaciales son producto de la fusión del hielo. El agua se mueve por el glaciar hasta que consigue escapar por algún lado y provoca una riada espectacular que destrozaría carreteras, puentes y arrasaría con todo. Los científicos se quedarían atrapados.
Si hubiera erupción el Joullap sería monumental. Pero no hace falta erupción para que haya riada.
De hecho, más que las cenizas a los islandeses les preocupan las riadas asociadas y por donde van a pasar, ya que es como si de pronto se te viene el amazonas encima. Todo el sistema de vigilancia volcánico islandés se dedica a vigilar y predecir por donde va a venir la riada.
Todas las poblaciones de la costa que pueden ser susceptibles de ser arrasadas tienen planes de evacuación para prevenir esto, más que las inevitables cenizas.
Para Europa por otro lado, el verdadero problema es la magnitud de la erupción por la cantidad y composición de las cenizas que pueden caernos encima.