Lo mismo pasa en muchas otras zonas. Por el Sur de la Ibérica el año está siendo sequísimo y no ha habido apenas tormentas, excepto en los lugares más facilones (Gúdar, Javalambre, Jiloca...algo, muy poca cosa, en la Serranía, donde por lo menos había caído más agua en primavera).
En fin, septiembre, que es mi mes preferido por la variedad y calidad de setas que encuentro, lo doy por perdido. Este finde haré la primera salida, pero no albergo muchas esperanzas.
Aunque lloviera en septiembre (que no tiene pinta) en estos lugares, donde las heladas son tempranas, la temporada va a ser corta.