Por cierto pannus, el arcus que atravesó Madrid en mayo de 2007 fue una tormenta verde que no le va a la zaga.
Si ya lo sé; de hecho, de vez en cuando veo de nuevo los vídeos de aquella fabulosa tarde de mayo para acordarme de que esta miseria de ciudad (por cómo se está portando últimamente) también puede dar mucho de sí (cuando quiere, claro está).
Pero es que hay dos cosas que hacen que la comparación no sea posible:
-La velocidad del arcus de Helsinki, que es brutal.
-La presencia de
shelf-clouds, que no niego que apareciesen aquí en mayo de 2007, pero que en lo de Finlandia alcanzan proporciones impresionantes, lo que da fe del brutal forzamiento ascensional del frente de racha.
También Pablo (Cumulonimbus) fotografió aquel mes un arcus impresionante por la noche desde Móstoles, así que, en efecto, aquí no nos son ajenos fenómenos similares, pero repito que lo de Finlandia clama al cielo.