Pues sí, me sorprendió la poca nieve para la fecha (la capa contínua de nieve empezaba a unos 3000 m, y había hielo desde unos 2400).
De hecho, esta Semana Santa estuvieron unos amigos míos y la nieve empezaba mucho más abajo.
En Imlil, a 1800 m, no hacía frío más que para un jerseicillo, y no heló ninguna de las dos noches en las que estuvimos.
Había un fohen de la hostia, pues los frentes venían del SO (para ir luego a regar e inundar España), y precisamente en esa vertiente había más paquetón de nieve.
De las montañas, envueltas en un rodillo nuboso, bajaban gotas dispersas y un viento caliente y machacante.
En Marrakech, que no estaba tan a la sombra pluviométrica del Atlas, llovió a base de bien el día de nuestra llegada (y el de nuestra despedida).