La jara blanca, o jara del laúdano o, simplemente, la jara, como se conoce aquí, es una de los arbustos mas abundantes de estas sierras, gracias a su gran capacidad recolonizadora de zonas degradadas por incendios, sequias, roturaciones, etc. Prefiere los suelos soleados y no demasiado húmedos, por lo que será en las solanas y en las umbrias mas calidas y/o secas donde establecerá su "reino".
Hoy, aprovechando que el dia no estaba demasiado caluroso, todo lo contrario, incluso ha llegado a llover, y que ya voy recuperando los pies, me he ido a dar una vuelta por el campo. No pensaba hacer nada especial, pero como siempre llevo la cámara encima, pues con algunas de las fotos que he hecho, he pensado en compartir con vosotros el paseo de esta tarde
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Como digo el dia ha estado bastante nublado. Bien para mi, mal para la vistosidad de las fotos. Pero bueno, comencemos:
La jara blanca o Cistus ladanifer. El arbusto de media talla por excelencia de estas sierras. Normalmente su altura esté en los 1,5 a 3 m, aunque a veces alcanza alturas casi arboreas. Y lo que hay que reconocer, es que en floración es precioso:
Aunque siempre se habla de un tipo de jara de ládano, y en la mayoria de estudios y libros así se indica, en realidad hay dos tipos o subespecies, que no se hibridan entre ellas. La de los petalos con puntos:
Y la que tiene los petalos inmaculados:
Estan en una relación de 1 a 100, por lo que yo mas o menos he calculado. Y como digo no se hibridan. La que tiene manchas, tiene todas las flores con manchas y viceversa. Y no salen plantas con una o tres o cuatro manchas.
El entorno, el reino de la jara, es este:
Ya digo que el día estaba bastante grisezucho la mayor parte del tiempo. Estas nubes de la foto siguiente, incluso llegaron a mojarme. El primer chubasco de mayo. Esperemos que no sea el último...
Este reino tiene muchos otros habitantes, que establecen sus propios dominios. Por ejemplo, estan los pequeños reductos del jazmín silvestre,
Jasminun fruticans:
Un arbusto tambien muy bonito, que da su nota de color a los encinares, en estas fechas, tambien vestidos con sus mas brillantes ropajes:
Los cantuesos (
Lavándula stoechas sup.
pedunculata) prefieren los claros del monte. Modestos arbustos, que en primavera despliegan todos sus encantos:
En las dos fotos de arriba, se ve la escoba amarilla (Cytisus scoparius). Este arbusto, en ocasiones, tambien reclama para si, sus propios reinos, donde se hace ama y señora:
Bueno, esta vez no llegue a ninguna cumbre donde dar la vuelta. Llegué al territorio de otros tipos de seres, que me hicieron pensar que quizá lo mejor sería no andar demasiado cerca de ellos. Estan criando los terneros y no les gusta las visitas de desconocidos
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Pos nada, lo de siempre, que ustedes las disfruten
Saludos.