Ayer, lunes, ya se notó fresco, por el Norte. En los valles interiores Cantábricos, caso en el que vivo, ayer el mercurio alcanzó penosamente los 20 ºC y esta madrugada la mínima se ha situado en los 10,5 ºC, fresquita. Ayer por la tarde, hubo que echar mano de alguna prenda de abrigo, que como se agradecía, eso sí, se duerme de maravilla arropado y con las ventanas cerradas.
De momento, agosto está siendo algo más freco de lo habitual.