A lo mejor ahora se empieza a cosechar la aceituna mas verde por motivos de calidad del aceite...
También ocurre eso, pero es que en este caso se adelanta el tema a noviembre; pero las variedades que se recolectan maduras han pasado de recogerse de navidades a la primera o segunda semana de diciembre.
No sé si en Navarra será distinto, pero mi familia tiene olivos en los Montes de Toledo desde hace muchas generaciones, yo casi cogía aceituna antes de aprender a andar, y a mí me parece que allí el adelanto en la recolección se debe fundamentalmente a cambios en la gestión de los olivares.
No solo es que ahora está de moda la recolección en verde, es que ha cambiado el criterio de madurez. Antes se se pensaba (equivocadamente) que cuanto más tiempo estuviera la aceituna en el olivo más aceite daba, y no se cosechaba hasta que prácticamente comenzaba a caer (y si te descuidabas un poco tocaba correr y recoger aceituna del suelo, lo que es bastante incómodo cuando el suelo es un canchal y se tienen las manos congeladas). Ahora en cuanto el envero está finalizado, y a menudo un poco antes (aunque esto depende de la variedad de aceituna) ya comienza el vareo.
También está cambiando el manejo del olivar, por ejemplo se está introduciendo el riego por goteo por lo que los olivos no se ven obligados a realizar una pausa estival tan marcada y la maduración de la aceituna es más rápida.
El caso del viñedo es parecido. De recoger la uva en fecha fija, a partir de la última semana de septiembre en mi pueblo natal, se ha pasado a tener en cuenta el grado de madurez de la uva para elaborar vinos de mejor calidad (esto importa poco cuando el mosto se dedica a la producción de alcohol).
Ni digo yo que el aumento de temperaturas desde los 70 a finales de los noventa no se note, pero creo que se notan mucho más las variaciones interanuales en la maduración de los frutos. Ahora mismo estoy en Asturias recogiendo piescos (melocotones locales) para hacer mermelada. El año pasado la mermelada de piescos la hicimos el 15 de septiembre.
En fin, que si sumamos variaciones en el manejo de los cultivos y variaciones meteorológicas interanuales yo veo difícil observar por separado la posible influencia de cambios climáticos en la maduración de los frutos, al menos yo no he sido capaz de verla aún en las regiones de España cuya agricultura conozco de primera mano.