Durante la última glaciación - Würm-, los dominios climáticos zonales eran distintos a los que tenemos actualmente, estaban menguados y/o desplazados en latitud. Concretamente, en el área sahariana, el desierto en sentido estricto era más reducido. Al N avanzó meridionalmente la estepa y la estepa desértica, por tanto, mayor pluviometría debido a un avance más al S por parte de las borrascas del frente polar. Al S, la sabana avanzó hacia el N, también más lluvias, en este caso por mayor influencia de la ZCIT. Todo esto sin cambio climático antrópico, por lo que en un futuro remoto es posible que el Sahara vuelva a tener un bioma menos seco.
También es posible que, sin tener que esperar a lo que acontezca en el futuro, el ser humano pueda devolver cierto verdor, aunque temporal, al desierto. Es sabido que existen capas freáticas debajo del desierto: acuíferos relictos o fósiles que datan de aquella época y que todavía no han sido explotados (o sí, no estoy muy documentado en este tema). No hace mucho venía en un suplemento dominical de un periódico de tirada nacional, un reportaje sobre la región de Arabia Saudi de Wadi As-Sirhan, en el que un acuífero de unos 20.000 años (Pleistoceno Superior) está irrigando el desierto (si cogéis un mapa climático de Köppen veréis que ahí el clima es BW, vamos, 100% desierto). Sin embargo, este acuífero estará agotado en 50 años.