La concentración de CO2 atmosférico aumenta.
El CO2 absorbe más fotones infrarrojos procedentes de la superficie del planeta.
El CO2 emite unos pocos menos fotones infrarrojos de los que recibe. Se queda con unos cuantos fotones para calentarse, calentar al resto de los gases de la atmósfera... vamos: el efecto invernadero de toda la vida.
Sin embargo, una parte de los fotones infrarrojos procedentes del suelo no se "tropiezan" en su ascenso con ninguna molécula de CO2. Estos fotones se escapan tranquilamente al espacio sin calentar a nada ni a nadie.
El CO2 atmosférico sigue aumentando...
En algún momento, la concentración de CO2 en la atmósfera será tan alta que todos los fotones infrarrojos procedentes del suelo se "tropiezarán" con moléculas de CO2 y serán absorbidos por éstas.
En esta situación cesa el aumento de temperatura. La cantidad de fotones que rotan entre el suelo y el CO2 es máxima. También es máxima la cantidad de fotones infrarrojos que van al espacio, pero todos emitidos por el CO2 y ninguno directo desde el suelo.
Conviene fijarse en que la cantidad de fotones que emite el CO2 aumenta con la temperatura de ese CO2 y, lógicamente, con la cantidad de moléculas de CO2 presentes.
Así, nuestro CO2 atmosférico, que está atrapando y re-emitiendo TODOS los fotones infrarrojos que le llegan del suelo, consigue hacerlo con una concentración "óptima", entendiendo por óptima la concentración mínima a la que esta re-emisión total es posible una vez alcanzada la temperatura de equilibrio.
El CO2 atmosférico, sin embargo, sigue aumentando.
Pero ya no quedan fotones infrarrojos que no estén ya siendo absorbidos ni, por tanto, hay que re-emitirlos. El CO2 superabundante tiene que re-emitir el mismo número de fotones que re-emitía cuando su concentración era la que he llamado "óptima" más arriba.
Sin embargo, hay más CO2 que en la situación "optima", con lo que los mismos fotones pueden ser re-emitidos con un CO2 a menor temperatura.
Mira por dónde, a partir del "optimo" el aumento de CO2 produce el enfriamiento de la atmósfera.
Pero cuando esto empiece a suceder (si es que no está sucediendo ya), será un balón de oxígeno para los actuales defensores del CGA, que estaban comprobando con angustia que la cosa ya no se calentaba como antes. Su discurso cambiará a "Esto se está enfriando. El planeta se congela. Nuestras niñas morirán de frío. Y todo por culpa del aumento del CO2. Reduzcamos el CO2. Subamos más los impuestos para financiar las inversiones necesarias... y los "honorarios" de quienes están llamados a dirigir el cotarro.