Los tratados teóricos nos clasifican los pinos penínsulares, entre otras características, en su cualidad termófila, es decir, los libros nos dicen cuales son más termófilos y cuales soportan mejor el frío. La escala sería la siguiente: De más termófilo a menos: Pinus Halepensis, Pinus Pinea, Pinus Pinaster, Pinus Nigra, Pinus Silvestris.
Eso a grandes rasgos. Deducimos pues, que el Pinus Pinea o pino piñonero es más termófilo que el Pinus Pinaster o resinero.
Pues bien, este año, en la zona suroccidental de la Comunidad de Madrid y en el Alto Tietar abulense, hemos podido comprobar que la teoría de los libros se ha convertido en una realidad. Yo, personalmente, es la primera vez que veo que llegan a helarse los pinos piñoneros; pero lo más llamativo es que los pinos resineros que estaban a su lado NO SE HAN HELADO: la teoría convertida en realidad palpable.
Estudiando el comportamiento de este invierno, se deduce que no es que hayan afectado a los pinos temperaturas record, no no, ni tan siquiera una helada tipo de irradiación nocturna por severa que esta fuera. Una helada tipo de irradiación nocturna tiene un pico mínimo de corta duración.
Lo que parece ser que afecta más a un pino piñonero es su exposición en el tiempo a temperaturas negativas. Este invierno, con -5,7ºC de mínima absoluta en la zona en cuestión, no ha sido de temperaturas record en la zona, pero lo que sí es cierto es que la iso -10ºC que penetró el último día de febrero de este año y primer día de marzo, consiguió algo realmente anómalo, y es que el 28 de febrero ya teníamos temperaturas negativas de -3 y -4ºC a las 22-23horas; temperaturas que continuaron bajando hasta los -5,7ºC de la madrugada del 1 de marzo de 2005.
Así pues, lo realmente anormal de esa situación, no fué el pico mínimo de temperatura, sino la cantidad de horas que se estuvo por debajo de cero grados, incluso con un ligero vientecillo, que provocó heladas en los pinos piñoneros en todas sus caras nortes.
Sólo se han helado en la cara norte de sus copas; lo que hace descartar la helada de irradiación que afectaría a toda la copa por igual. Esa noche-madrugada, no hubo irradiación estable con viento en calma; lo que hubo fué una entrada muy fría que afectó a las copas de los pinos expuestas a esa entrada. Es curiosísimo ver como solo estaban afectados los pinos en sus caras nortes, curiosísimo; como curioso fué comprobar que los pinos resineros que se encontaban al lado de aquellos, no se encontraban afectados al ser menos termófilos y más preparados para el frío.
Esos días, al encontrarnos en una especie de parón vegetativo, no fueron perceptibles las consecuencias de la entrada fría. Fué 15 días más tarde cuando empezaron a manifestarse los efectos. Como una imagen vale más que mil palabras allá van unas fotografías tomadas un mes más tarde, concretamente el 29 de marzo de 2005, que fué cuando más visible se hizo el fenómeno.ç
Solo estaban afectadas las caras nortes de las copas:
Detalle de las acículas heladas:
Detalle de como solo estaban afectados los pinos piñoneros y no los resineros o pinaster.(los piñoneros en la franja central y los resineros por encima de estos y sobre todo y más visibles a la izquierda de la foto)