Lugar:
Mansilla, antiguo, el de siempre, aun ahora que se cumplen cuarenta años desde su desaparición bajo las aguas, constituía, una joya arquitectónica todo él, calles empedradas, puentes que unían ambas márgenes del Gaton, que atravesaba Norte-Sur, el pueblo, una iglesia impresionante, majestuosa, su palacio, el río Najerilla, que como un torrente bañaba sus pies, y mas allá entre puentes que daban paso al ganado y a las personas, el río Cambrones, que bañaba huertas, y daba torrentes de remanso para el ganado, y los hombres.
Ese Pueblo, precioso, con el primer templete de música, en piedra de toda la sierra, con el frontón, típico, entre arbolado, donde el espectador, se cubría de los sofocantes, rigores del verano, y todo ello coronado, desde el Pico de la Horca, por la majestuosa Ermita de Santa Catalina, construida en el siglo XII, conserva aun ahora, su ábside semicircular, románico en sillería.
Y aun más ríos, el Calamantia, el Portilla. Y esto con una historia, aun mayor, y rica en conceptos.
Ya comente el origen del Nombre, pero Mansilla, fue asentamiento romano, con actividad minera, basado el hallazgo de monedas y restos arqueologicos, para la explotación de recursos de esta actividad. Esta se prosiguió hasta 1740, al descubrirse nuevas minas de cobre en un grado de pureza muy apreciable principios del siglo XIX, había mas de cuarenta minas de cobre, plomo y plata.
Entre los pueblos comprendidos en el Señorío de Cameros, que dono en 1366 el Rey Enrique II de Trastamara a Juan Ramirez de Arellano, por el apoyo que este le presto en su lucha contra Pedro I el Cruel, se encontraba Mansilla.
Mas tarde perteneció al señorío de los condes de Aguilar, formo parte como villa eximida, de la provincia de Soria, hasta la creación de la de Logroño por R.D. de 30 de Nov. De 1833.
Pero tanta belleza, y tanta historia, no fueron capaces de disuadir a las autoridades de que este pueblo debía de seguir en pie.
Habíamos dicho, que el Gobierno de la Republica, en su estudio del plan hidrológico, había elegido este punto, por la confluencia de los ríos, para la construcción de una presa que embalsara el agua para riego y electricidad de los pueblos del Alto-Najerilla, y que como todo buen proyecto, existía una variante, hacer la presa mas abajo, de forma que cogiera el río Urbion, y entonces el pueblo de Mansilla, no seria inundado.
Al no poder llevar a efecto este plan, por la guerra civil, el gobierno de Franco que lo desarrollo, decidió la inundación del pueblo, ya que la otra variante implicaba un nuevo trazado de carretera, que seria más costoso.
Muchas, fueron entonces, las luchas internas, las alternativas, unir el pueblo con Villavelayo, hacer un pueblo nuevo, y lógicamente las divisiones, de los vecinos las malas condiciones políticas de la epoca, dieron al traste no solo con un pueblo, si también con las tradiciones y emigraciones que esto supuso.
Bien es cierto y nadie lo duda que el embalse había de hacerse, que la riqueza que este daría, tendría lógicamente que repercutir en el nuevo Mansilla, pero no es menos cierto, que poco se ha cumplido aun de esta aspiración cuarenta años después, y que bien merece ahora en los albores del siglo XXI, algo mas de atención y de expansión, generando una parte de esa inmensa riqueza, que el embalse da, para el pueblo de Mansilla.
Después de muchas reuniones, después de muchos debates y sinsabores, y hacer aun mayor la división del viejo Mansilla entre sus habitantes, y gracias a la colaboración del entonces gobernador José Elorza Aristorena, y las influencias de Marcelino Antón González, se considera hacer un nuevo Pueblo, casas alineadas, de tres plantas, con el aprovechamiento natural del terreno, para darle dos accesos, y poco mas, ¿ las indemnizaciones?, Fácil, al que más 60.000 pts por una casa con seis cuartos y una huerta, no había aseos, porque No había agua corriente.
Y eso si un precio "justo" por las nuevas 300.000 pts a pagar en cincuenta años!!!!. Todas las facilidades para que todo fuera bien y "dejar contentos a todos", debieron de pensar. Fue una canallada, pero así es la historia y así hay que contarla.
Un domingo de Ramos de 1960, con el agua por los tobillos, con la Guardia Civil, mosquetón en mano, los habitantes del Viejo Mansilla abandonaron, atropelladamente sus casas, para ir a un nuevo pueblo, donde aun no había luz eléctrica, las calles no estaban terminadas de asfaltar, y no existía un solo pajar donde cobijar el ganado.Y a base de mucha lucha, y con tesón, los pocos mansillanos que se fueron a su nuevo pueblo, pusieron en marcha este Mansilla de ahora.
Mansilla, es hoy un moderno pueblo serrano, de una belleza incomparable, donde aun más si cabe el embalse, ha sido un espejo colocado entre las montañas, para que el paisaje, coqueto, se refleje en él, sus calles asfaltadas con gusto serrano, y con la modernidad, que da su entorno, significan un hoy, unido a un ayer, que da una nota distinta con el resto de los pueblos.Mansilla es además, el Mar de La Rioja, y Océano de las Siete Villas.
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