¿Se puede confiar en la Meteorología?

FARO sienta, cara a cara, a dos catedráticos de la Universidade Santiago de Compostela -uno de Física (Carlos Pajares) y el otro de Edafología (Felipe Macías)- y al coordinador de Predicción Operativa de Meteogalicia (J.J. Taboada)               



JAVIER SÁNCHEZ DE DIOS - SANTIAGO

–Felipe Macías. Bueno, yo no soy un experto en el tema, y más bien de lo que podría hablar es de la enorme variabilidad que tiene el tiempo según las condiciones climáticas a lo largo de una serie de años. Es obvio que cuando tratamos de predecir a días, y ya ni se diga a meses e incluso a años, las posibilidades de equivocarse son bastante mayores, aunque la meteorología es fiable, sí, en pronósticos a corto plazo.

–Carlos Pajares. Yo tampoco soy un experto, pero creo que es evidente que la meteorología es una ciencia fiable, tan fiable que ella misma establece los límites de esa fiablidad. Resumiendo mucho recuerdo que ella misma dice algunos; establece, por ejemplo, los de setenta y dos horas como máximo probable pra asegurar las posibilidades de acierto. Dicho eso me gustaría hacer una reflexión en el sentido de que lo que ya resulta menos fiable es muchas veces la transmisión de sus previsiones.

–J.J. Taboada. Habría que diferenciar antes de nada entre meteorología y climatología: la primera se refiere al estado de la atmósfera en un determinado momento y lugar y la segunda es la recopilación de todos los estados del tiempo a lo largo de un período bastante largo, pongamos un mínimo de treinta años. Yo siempre digo, de modo coloquial, que el clima no existe, lo que existe es la Meteorología: el clima es algo que nosotros construímos a partir de cálculos, etcétera.

–Macías. Para mí lo importante es tener siempre en cuenta que el tiempo es extraordinariamente cambiante, incluso sin actuaciones humanas, si bien se tiende a responsabilizar a los seres humanos de esos cambios. Hay expertos que afirman que ya en la época mesozoica, cuando aún no había humanos en el planeta, se producían accidentes climáticos muy bruscos, como por ejemplo la liberación de metano del fondo
del mar y que produjo un gran cambio en la climatología entonces vigente.

–Taboada. En términos de fiabilidad, el nivel de los pronósticos es grande, por supuesto, pero según los plazos en que se hace. A partir de ahí, e insisto en lo que ha dicho el profesor Macías, el pronóstico meteorológico es muy fiable, tanto en el ámbito temporal como en el espacial. Insisto: siempre teniendo e cuenta que hay unos límites generales, límites que existen por la propia naturaleza, y desde luego también por la dinámica de la atmósfera.

–Pajares. Insisto en referirme a la percepción y recepción de las informaciones, así como a la transmisión. Hay veces en que uno ve o escucha o lee el parte meteorológico en un medio cualquiera y cuando el espectador se fija un poco comprueba que se está dando a lo mejor la previsión del día anterior, o de varias horas anteriores a la emisión de los informativos. Y muchas veces no se cuida la expresión, ni la transmisión y eso afecta a la fiabilidad.


El factor climático parece haber entrado en la política. ¿Es bueno o malo eso?
–Macías. Bueno, a ver, la irrupción de eso que llamas factor climático en la vida normal y en la vida política no sólo me parece buena, sino que la creo imprescindible. La ciencia siempre tiene dos facetas, comprender la naturaleza, la realidad, y otra, aplicar esos conocimientos para mejorar las propias condiciones. Y en ese sentido la meteorología y la climatología tienen campos de aplicación muy claros y también muy diferenciados.

–Pajares. En la comunidad científica hay un consenso amplio en el sentido de que efectivamente hay un factor climático que debe influir en las decisiones políticas, un calentamiento del planeta y de que eso puede traer consecuencias preocupantes. Otra cuestión es la intensidad y el ritmo del calentamiento, que eso es más debatible. Y es evidente también que el propio planeta da respuestas para adecuar condiciones, pero es evidete que esto está ya de lleno en el campo de la política.

–Taboada. Bueno, creo que en cierto modo esta popularización, o politización, o irrupción de estos asuntos en el gran público, es normal, porque la meteorología cada vez afecta más a elementos de la vida corriente. En este período que hemos vivido en Galicia quizá el protagonismo ha sido excesivo. He dicho que la meteorología es una ciencia que da pronósticos muy fiables a dos o tres días, pero no se puede adivinar a cuántos kilómetros exactamente soplará el viento en un punto concreto a una hora determinada.


La cuestión del cambio climático está ahí...
–Macías. Antes completaré la diferencia entre meteo y climatología: la primera nos vale para prevenir riesgos de accidentes y situaciones de peligro; la segunda nos permite aprovechar mejor los recursos. Por ejemplo, no voy a hacer una plantación de una especie determinada si el clima no me dice que se dan condiciones adecuadas. Sobre el cambio climático, es normal que el clima sea cambiante y los cambios se han ido sucedido a lo largo del tiempo, de la historia, y es importante no perder de vista esos datos y no crear situaciones confusas.

–Pajares. Cualquier política razonable ha de tener en cuenta estos factores. Y además debe prever y prevenir y articular una serie de acciones que además pueden ser oportunidades y contribuir a crear conciencia para el cambio de estructura económica ante la crisis. Hay que modificar el esquema de desarrollo, y eso es, sí, cuestión política. Hay que apostar, como dijo el presidente Zapatero, por las energías renovables y procurar la variación de costumbres de consumo. Y la crisis económica podría ser la ocasión.

–Taboada. En cuanto al cambio climático, como en lo ocurrido en este invierno, quizá ha habido una falta de entendimiento o de comunicación entre la ciencia y la política en algún momento. Y sobre todo hay que tener en cuenta que cuando se dan informaciones sobre riesgos meteorológicos la responsabilidad no sólo corresponde a los políticos o el Gobierno, sino que hay que asumirla de forma personal, la gente tiene que hacer caso y actuar como se le advierte para evitar males mayores.


Pero el cambio climático se percibe como una amenaza más o menos inminente.
–Macías. Insisto en lo que acabo de decir: el cambio climático no es una amenaza, es una evidencia, una realidad. Forma parte de lo normal que el clima sea cambiante y los cambios se han sucedido a lo largo del tiempo, de la historia del planeta. Todos los continentes han estado cubiertos por la nieve y el hielo y también se han sucedido períodos de sequía. No hay que exagerar: la idea temida y manejada en los últimos tiempos, por ejemplo, es que nos vamos a quedar sin polos: pues el planeta ya ha estado sin polos.

–Pajares. El concepto amenaza es relativo, como ha expresado el profesor Macías. Pero es necesario analizarla desde diferentes ópticas: es evidente que la sociedad actual, y sus fenómenos de desarrollo, contribuyen a crear situaciones especialmente difíciles, incluso nuevas, que afectan a lo que hemos dado en llamar cambio climático de un modo que antes no existía. Se está consumiendo mucha energía, se derrocha, dilapidamos muchas cosas innecesariamente.

–Taboada. A la hora de modificar conductas, que sin duda es necesario, hay que decir que va a ser difícil llegar a un entendimiento con los países en desarrollo, las grandes potencias en ciernes que, como China o India, dirán que por qué ellos no pueden hacer por sus pueblos, sus poblaciones de cientos de millones de habitantes, lo que hcieron Estados Unidos, Europa o Japón. Desde mi punto de vista, Kioto ha sido un fracaso porque es un protocolo a muy corto plazo y no se logró enganchar a todos esos países.


¿Cuáles pueden ser, a medio o largo plazo, las soluciones?
–Macías. Es cierto que no se puede negar que el cambio climático supone una cierta amenaza, incluso los cambios naturales porque se pierde biodiversidad, aunque aparecen otras especies, y hay veces en que algunas no pueden evolucionar a la velocidad del cambio y desaparecen. Pero hay que ayudar a la naturaleza, porque también pueden suponer ventajas. Groenlandia fue verde y ahora es hielo, y si cambia podría ser fértil. La amenaza principal viene del cambio provocado por acción humana.

–Pajares. Somos una sociedad de nuevos ricos y estamos creando poblemas al planeta, por acción humana, que antes no existían. Derrochamos el agua, la energía y los problemas crecen; por eso resulta necesario reflexionar, apostar por otro esquema antes de que se agraven más aún algunos de los problemas. El gran desafío es dilapidar menos y seguir las investigaciones para desarrollar al máximo energías renovables y descubrir nuevas fuentes de energía. Que aún quedan lejos, a treinta años vista, como mínimo.

–Taboada. La clave de ir resolviendo cosas, de que los próximos acuerdos funcionen, va a estar en la transferencia de tecnologías, porque efectivamente no se puede pedir a quienes se desarrollan que no lo hagan por razones climáticas. Habrá que hacer que los países fuertes descarbonicen la producción de energía, el transporte y transferirle esa tecnología a quienes no tienen los medios para hacerlo. Hay que ser siempre optimistas, porque se ha visto que hay avances importantes.



Texto plagiado íntegramente de: http://www.farodevigo.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2009031400_4_306014__Galicia-puede-confiar-Meteorologia