Estupenda recopilación, vaya invierno que llevan los pueblos de La Tercia, no se si como los de antes pero desde luego que será recordado largo tiempo y tomado como referencia. En relación a esas comparativas, a mi siempre me llama la atención lo que han cambiado las cosas en apenas una generación, la de nuestros padres, no hace tantos años de la rutina de andar todos los días con la ceniza de la lumbre a vueltas para quitar la nevada de delante de casa, no había fundentes, ni medios mecánicos en casi ningún pueblo, tampoco asfalto, ni hormigón, los caminos de tierra precariamente espalados a mano por los vecinos de casa a casa o de casa a cuadra con la anchura justa, con puro hielo en la base y solamente pisados por las madreñas, las veredas de los animales camino de las cuadras al río para beber... la nieve necesariamente duraba más, se hacía vieja y favorecía las acumulaciones...
Saludos.