Eso, en la línea.
Que uno se cree rara avis en su pequeño universo local...inventando las isobaras soñadas...diseñando los mapas utópicos, elevando la altura de su ciudad como un titán en beneficio de la cota de nieve y cuando viaja por los idferentes topics, los nacionalismos y la incompresnsión se le curan.
Y ve que no está sólo, que hay almas gemelas asomados a otros balcones, hombres con los termómetros colgados de los hombros, con sensores insertos en las fosas nasales, calibrando la temperatura por la cantidad de vaho exhalado, hipnotizando a las nubes, yendo al encuentro de las tormentas, un poco paranoicos por tratar de intervenir en el tiempo, de acomodarlo a sus preferencias.
No es una obsesión, ni una locura, ni una adicción, es el deseo no de soñar la vida si no de vivir el sueño.
Desde que mi abuelo me enseño a entender el vals de las nubes y la sinfonía de los vientos ame casi más los cielos que los suelos...y en ello sigo, seguimos al parecer muchos, aceptando eso sí, que los designios de la Jet Stream son inescrutables...
Un abrazo desde Castellón de un hasta hace poco voyeur meteoloco y que ahora, poco a poco ha decidido dalir del la garita Stevenson...