Los ciudadanos de Lalín creen que sus problemas derivan de los datos de una estación meteorológica, y que el turista ansioso de clima cálido va a esquivar Lalín para ir al valle de al lado, que evidentemente es mucho más cálido. Y por eso se reúnen y acuerdan que la malvada estación debe ser finiquitada. No hay papel que resista semejante lógica, sin embargo los vecinos están preocupados.
Como el problema es el nombre propio de esos datos, una solución interesante sería cambiarle el nombre a la estación, por uno a nivel micro de los que tanto abundan en el campo (en mi pueblo, hasta un terreno de 50m2 tiene nombre propio), así Lalín dejaría de estar asociado a los datos tan negativos, y en vez de Lalín-Pontevedra sería... Las Tablas-Pontevedra. Los datos de Lalín serían los que dieran la estación del núcleo.