Unos días de vacaciones...¡qué bien! Tiempo libre para dedicarlo a holgazanear por la montaña, una actividad de lo más placentera y reconfortante
.
En esta ocasión, el destino es Liébana, Picos de Europa y otras zonas de interés cercanas a dicha comarca. Así que, prontito, las de Villadiego (casi, casi en sentido literal): Logroño, Pancorbo, Burgos, Basconcillos, Aguilar, Cervera, Camasobres y...
voilà, el puerto de Piedrasluengas, parada obligada.
Esto es lo que se ve...
Absorto, voy descendiendo el puerto, sin prisa, gozando del panorama (magnífico su bosque caducifolio) hasta Potes, capital lebaniega. Pueblo que hasta hace nada tuvo que ser encantador, pero hoy en día está completamente desfigurado por el turismo de masas. Infinidad de tiendas, restaurantes, etc...
¿Qué hacer? Pues comer cocido lebaniego. ¿Y qué mejor remedio para bajar la comida que subir una montaña? Pues nada, pitando al puerto de San Glorio, que hace buena tarde y el Coriscao (2234 m.s.m) me llama a gritos, gritos que descienden Quiviesa abajo.
Si tuviese que elegir un balcón desde donde contemplar Liébana, Picos y la Montaña Palentina, no dudaría en volver a subir (cosa que, a buen seguro y más bien pronto, volveré a repetir)
Sestil de Robadoiro, Peña Prieta, los puertos de Pineda y, al final, el Alto Campoo.
Zigzagueante carretera que desciende al celebérrimo Llánaves de la Reina (soy tan friki que tengo una foto del cartel del pueblo
). Detrás, cordal de Peña Prieta, el gigante palentino.
Y lo mejor: las impresionantes vistas de los tres macizos de Picos de Europa.
Occidental y Central.
Central y Oriental.
Más cerca, el macizo oriental, con su Morra de Lechugales (más de 2.400 m.s.m )
Como me sobra tiempo (entre que es verano y el "ritmo demoledor" que dice Pepe
) decido acercarme a Riaño. Me dio mucha pena ver el pueblo, por lo que no hice foto alguna. Después, subo al Pontón y me desvío hacia el valle de Valdeón, por Panderrueda. Como se me está haciendo muy tarde, decido volver por Pandetrave y regresar a Fuente Dé, no sin antes capturar unas vistas de este ubérrimo valle.
Continúa...